Abuelo, en plenitud

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Nueve de cada 100 mexicanos tienen más de 60 años de edad. Es decir, casi 11% de la población vive en esta etapa, de acuerdo con cifras del INEGI. Sin embargo, para la mayoría de los mexicanos llegar a la vejez es sinónimo de tristeza, depresión o miedo.

Al respecto, Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto Nacional de Geriatría precisa que llegar a la vejez deberá ser una etapa de tranquilidad física y mental, no obstante, pocos son los mexicanos que llegan de forma saludable.

“Por primera vez más adultos (de más de 60 años de edad) que niños (menores de cinco años) en México, ello significa que debemos prepararnos para atender las necesidades de este sector de la población”, precisa Gutiérrez Robledo.

Enfermedades comunes

Las principales enfermedades de los abuelos mexicanos son diabetes (elevación anormal de los niveles de glucosa), hipertensión arterial (modificación de la presión de las arterias), osteoporosis (pérdida de la masa ósea que genera fracturas), artritis (deformidad y dolor de las articulaciones), así como problemas de la vista, que van desde el desarrollo de cataratas, ceguera nocturna y lesiones oculares.

“Las caídas también son problemas en la vejez, ya que éstas pueden complicarse y generar fracturas, cirugías y complicaciones que lleguen a la muerte”, destaca Gutiérrez Robledo.

La depresión puede ser una constante. “Los adultos mayores se van quedando solos (los hijos y nietos los dejan o los amigos y pareja mueren) y se sienten en un estado emocional deficiente”, advierte, Edilberto Peña, director de Investigación del INCIDE (Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional).

Invierte hoy para el mañana

Es fundamental que desde los 20 años la persona invierta en su salud. “No es posible vivir sin prevención durante 30 o 40 años y llegar a la vejez con diversas enfermedades; lo ideal es que la persona acuda a una revisión integral cada año a partir de los 20 y después dos veces cada 12 meses”, indica Gutiérrez Robledo.

La vacunación es esencial. “No sólo los niños deberán vacunarse sino también los adultos mayores, especialmente aquellos que conviven con los niños”, dice el experto.

“A medida que envejecemos, nuestros sistemas inmunes tienden a debilitarse con el tiempo, lo que nos pone en mayor riesgo de ciertas enfermedades”, indica Romero Rodrigo Feregrino, secretario de la Asociación Mexicana de Vacunología, por ello las vacunas para los adultos mayores.

Vacunas

  • Influenza, anualmente, porque cambia cada año.
  • Neumococo conjugada, una sola dosis a partir de 50 años.
  • Neumococo polisacárida, luego de neumococo conjugada y refuerzo cada 5 años.
  • Herpes zóster, una sola dosis a partir de los 50 años.
  • dpaT, cada 10 años para prevenir la difteria, tos ferina y el tétanos.

Cifras

  • La esperanza de vida en México es de 72.9 en hombres y 77.6 en mujeres
  • En el 2050 habrá 26 millones de adultos mayores
  • Hay una persona mayor a 60 años por cada 13 mexicanos. En 40 años aproximadamente la relación será de uno a cuatro

Actívate

No es necesario acudir a un gimnasio o participar en carreras o caminatas, salir a caminar a tu ritmo y por lugares seguros, prefiere caminatas a media mañana, ya que el sol no es tan severo y es más seguro.

“Caminar, practicar natación o baile de salón pueden ser extraordinarias opciones para un adulto mayor, sin embargo, es necesario que acudas antes a una revisión médica para que tu ejercicio sea benéfico y no corras ningún riesgo”, precisa Gutiérrez Robledo.

  • Pregunte a su doctor cómo aumentar la cantidad de actividad física sin peligro.
  • Tome su tiempo para calentar, enfriar y estirar, antes y después de ejercicios.
  • Si siente dolor, pare lo que está haciendo.
  • Tome muchos líquidos.
  • En ejercicios al aire libre, use ropa ligera en verano y varias capas en invierno.
  • Póngase bloqueador solar, lentes de sol y un sombrero.
  • Use zapatos que le queden bien y adecuados para la actividad que va a realizar

Fuente: Como Alimentarse y Mantenerse Activo Durante toda la vida del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Disease