Los restauranteros tuvieron una baja en sus ventas desde que entró el semáforo naranja, la última semana de julio y todo agosto debido a la percepción de la gente en cuanto al semáforo, la tercera ola de contagios y también por los gastos del regreso a clases como inscripciones, uniformes y útiles, dio a conocer el presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Estado de México, Patricio González Suárez.
El dirigente empresarial consideró que septiembre regularmente es un mes bueno para el sector de alimentos y bebidas, porque el regreso a clases presenciales de muchos niños y adolescentes hace que aumente la movilidad en los municipios mexiquenses y esto abona a que la gente necesite de los servicios de los restaurantes.
También, con las fiestas patrias, aunque sabemos que no habrá grandes festejos, estimamos una derrama económica en el Estado de México de 500 millones de pesos en restaurantes, de los cuales 300 millones serán en el Valle de Mexico y 200 en el Valle de Toluca (esto es solo el 50 por ciento de la derrama que hubo de mil millones en el 2019)
La caída de contagios nos favorecerá también, ya que próximamente como lo vimos en la Ciudad de México podremos cambiar a semáforo amarillo o verde y la percepción y confianza de la gente será mayor para acudir a los restaurantes.
González Suárez indicó que es «muy importante seguirnos cuidando, no bajar la guardia, usar cubrebocas en todo momento, lavado frecuente de manos y sana distancia».
