Familias enteras y personas de todas las edades, residentes del Condado de Sayavedra o ecologistas, plantaron 500 árboles, como aportación para mejorar el medio ambiente y que tuvo como resultado una mayor y mejor convivencia vecinal.
Convencidos de que la naturaleza no es un lujo, sino una necesidad del espíritu humano, tan vital como el agua o el buen pan, como lo dijera Edward Abbey, más de 150 personas se concentraron en el Bosque de Birmingham y glorieta de los Caballos para plantar los cedros blancos.
Los colonos de Sayavedra saben que el contacto directo con la naturaleza es el valor agregado que tienen en sus hogares, y para seguir manteniendo verde su comunidad, el pasado domingo 22 de octubre llevaron a cabo la jornada de reforestación.
Personas de todas las edades, entre los que destacaron niños y jóvenes con su entusiasmo, empuñaron las palas para abrir las cepas y luego colocar árboles de hasta metro y medio como gesto de amor por la vida.
Santiago, de ocho de edad, sumó siete árboles al planeta, acompañado de su familia. “Me gustó mucho sembrar, porque la naturaleza es importante. Me hizo sentir feliz”, dijo.
En el Facebook de Colonos de Sayavedra, mencionan que las plantaciones fueron posibles por las donaciones de árboles de la Dirección de Medio Ambiente de Atizapán y de la Asociación Ambiental Acción Mexiquense (AAAMAC), que dirige Joao Manoel Correa.
Los jóvenes entusiastas conforman el grupo Familias Unidas, que realizan labores de reforestación desde hace 15 años en Zona Esmeralda.
La garantía de sobrevivencia es de casi 100 por ciento de todos los árboles, porque son regados con agua tratada cotidianamente por trabajadores de jardinería de la Asociación de Colonos, que utilizan una pipa de reciente adquisición por parte de la Mesa Directiva.
