Mamás y profesionistas, formadoras de hijos en valores, nada fácil ambas acciones👩‍👧‍👦

Comunidad Portada

Por Patricia Andrade Barajas

FOTOS ESTUDIO SASTRE DE LUZ

Este 10 de Mayo se celebra en México el Día de las Madres, por lo que Nuestra Zona entrevistó a cinco mamás que han combinado su carrera profesional con la maternidad. Aquí nos cuentan ellas mismas cómo le hicieron para cumplir con estos dos trascendentales roles de su vida.

Raquel Méndez Avalos, mamá de Ana Paula, Pamela y Regina

Comunicóloga egresada de Tec de Monterrey

Ana Paula, Raquel, Pamela y Regina
Ana Paula, Raquel, Pamela y Regina

La maternidad ha sido una experiencia maravillosa, llena de momentos increíbles. Fui mamá a los 31 años.

Empecé a trabajar desde 1994 y mi hija Ana Paula nació en el 2001, y significó un cambio radical y una experiencia inolvidable e increíble que no la cambiaría por nada.

Sin embargo, ser mamá es un gran reto porque tienes que seguir cumpliendo. Estar bien en tu trabajo y por otro lado estar al pendiente de tus hijos y educarlos.

Ana Paula, Pamela y Regina
Ana Paula, Pamela y Regina

Me gustan los retos, todo es cuestión de organizarse ser una persona práctica, no quejarte y enfocarte en educar a tus hijos de tal manera que ellos sean responsables e independientes

Desde que mis tres hijas eran pequeñas que tenían uno, tres y cinco años de edad, regresé a trabajar a la televisión, pues durante cuatro años dejé de trabajar y en ese lapso tuve a mis tres embarazos.

Me salí de trabajar cuando nació mi hija Ana Paula y cuando llegaron mis otras dos hijas, yo ya no trabajaba.

Cuando regresé a trabajar el papá de mis hijas me apoyó mucho, además en casa estaba una empleada, quien fue de gran ayuda, porque mi familia vive en Veracruz y la mamá de Carlos vivía en el sur de la Ciudad de México. Así que entre los dos solucionábamos todo.

Ahora estoy separada del papá de mis hijas, pero siempre tratamos de coordinar nuestros tiempos para estar juntas. Con una de ellas es más difícil porque una juega futbol profesional y vive fuera, pero los fines de semana nos damos tiempo para convivir y platicar de cómo nos ha ido.

Ahora me demandan más en la noche porque salen a reuniones, y tengo que ir por ellas.

Mis hijas tienen sus propias actividades. Ana Paula está en cuarto semestre de la Universidad, Pamela cursa el tercero de preparatoria, la más pequeña, Regina, juega futbol profesional y va en primero de preparatoria.

Mis tres hijas son muy diferentes en su personalidad, pero he aprendido a ser empática con ellas, y lo más importante tenemos mucha comunicación, cada una tiene su espacio, sus amistades, sus vidas, pero soy una mamá muy informada y atenta en sus necesidades. Además, estoy muy orgullosa de cada una.

Ofelia Espinosa de Gabilondo, 61 años

Empresaria y Representante Vecinal

Su hijo Francisco Gabilondo Espinosa, de 33 años

Francisco y Ofelia
Francisco y Ofelia

Fui una niña “muy madura” la vida me hizo así. A los seis años me hice responsable de mis hermanas para que mamá pudiera trabajar… ¡Y entonces fui mamá!

A los 16 ya trabajaba formalmente y desde mis responsabilidades “adquiridas” vi la vida pasar desde el crisol de las experiencias pudiendo definir mi futuro… estaba cierta de lo que sí quería que me sucediera.

Una de esas cosas era la maternidad

Luego de vivir lo que a una joven correspondía, estudiar, trabajar, apoyar a mi mami y hermanas, tener una pareja maravillosa y llegar al altar. Después de 3 años de casados estábamos preparados para dejar de ser pareja y convertirnos en familia.

Comprobé entonces que la maternidad es un acto de amor que consumamos los dos, planeando la llegada del ser de Luz a quien llamamos hijo, y que vino a formar el triángulo perfecto, complementando nuestras vidas.

Nuestro amado hijo Francisco nos ha hecho pasar enormes pruebas, al regalarnos momentos maravillosos, ratos amargos, eventos inolvidables, y el orgullo inmenso de haber formado a un hombre de bien quien nos ha permitido seguir viviendo sucesos que día a día vamos sumando al almanaque de nuestras vidas.

Ahora nuestro hijo es quien nos orienta y nos incluye en un mundo revolucionado y tecnológico, permitiéndonos seguir creciendo en nuestras áreas de desempeño laboral y entendiendo a una sociedad cambiante y disímbola como la actual.

El éxito de la maternidad en mi caso lo comparto con la paternidad de un hombre extraordinario que asumió el papel que le correspondía. ¡Ahora mi responsabilidad en el rol de Madre ya no me pesa como cuando era una niña que se ocupada de otras dos, hoy ha sido una responsabilidad aceptada y compartida!

Doy gracias a Dios por permitirme la dicha enorme de ser Madre✨

 

Isabel Ruiz de Velasco, mamá de Fidel y Adrián

Artista Visual Internacional

Ha participado en 20 exposiciones individuales y 200 colectivas

Sus obras están en Estados Unidos, Europa Latino América y Oriente

Isabel Ruiz de Velasco
Isabel Ruiz de Velasco

Ser Mamá es un privilegio que considero la bendición más grande que Dios me ha dado.

Tengo la dicha de tener dos hijos Fidel y Adrián, de 23 y 22 años, respectivamente. Ambos han sido para mí dos grandes Maestros de vida, mis guías y muchas veces en mi Arte los que me ayudan a valorar mis obras.

Adrián, Isabel y Fidel
Adrián, Isabel y Fidel

Somos una familia muy unida nos apoyamos en nuestras metas y aceptamos nuestros defectos con tolerancia, amor y trabajamos en ellos para ser cada día mejores seres humanos.

He combinado mi parte profesional y el de ser Mamá realizando mis sueños de forma real, convencida de que tenía que pagar el precio de trabajar muy duro, ser organizada y valiente.

Yo decidí ser Artista Visual Internacional y para ello me preparé con los grandes Maestros Luis Nishizawa Flores y Gilberto Aceves Navarro. He logrado 20 Exposiciones Individuales en Museos y más de 200 colectivas Internacionales.

Combino el Arte con mi hogar, me gusta que mi casa tenga un ambiente agradable, esté bonita y a la hora de tomar los alimentos procuro que nuestra mesa luzca muy bien, es una manera de demostrarles mi amor tanto a mis dos hijos como a mi esposo Fidel.

Uno de mis grandes placeres es cocinar para mi familia, preparar con mucho esmero sus platillos favoritos y ver como los disfrutan, pues con eso yo les expreso mi amor.

También disfruto cultivar en mi huerto personal de hidroponía los vegetales que consumimos diario como son brócoli, pepino, apio, perejil, piña, papaya, tomate, chiles, jitomates, cilantro, entre otros.

El combinar ser Mamá con ser Artista Visual me hace sentir plena y feliz, pero no ha sido fácil, porque tengo que pintar mis obras y en ocasiones me despierto en la madrugada a trabajar, pero es algo que en verdad disfruto mucho.

Doy Gracias a Dios por esta gran aventura de vivir la vida al lado de tres hombres realmente maravillosos que son mi motor, mi inspiración como son mis hijos Fidel, Adrián y mi esposo Fidel.

Fidel, mi esposo, ha sido un gran amigo, cómplice en cada uno de mis sueños, me impulsa hacer lo que yo quiero, por ello le estoy muy agradecida con él por ser el mejor compañero de vida, porque juntos hemos formado familia que me hace inmensamente feliz.

Ni que decir de mis grandes amores, mi dos amados hijos de quienes estoy profundamente orgullosa y agradecida con Dios por haberme escogido para ser su mamá de Fidel y Adrián. Y yo soy una Mujer realizando sus propios sueños.

 

Ercilia, mamá de Claudio

Psicóloga del Tec de Monterrey

Especialidad en psicoterapia Gestalt

Maestría en Desarrollo Humano en la Ibero

Maestría en Administración en la Ibero

Ser mamá de Claudio ha sido un honor, gran aprendizaje, alegría sin límite y también mucha responsabilidad, preocupaciones y ocupaciones.

Dios me bendijo con un chico que desde que nació me sorprendió con su capacidad de amar, hacer reír a todos a su alrededor y ver con entusiasmo el futuro.

No puedo imaginar mi estancia en este mundo sin él, aunque también ha sido difícil. No importan cuántos títulos académicos haya acumulado a lo largo de los años ni la experiencia laboral que me han dejado tantos clientes, proveedores y compañeros de trabajo; el reto de formar y guiar a un hijo es enorme.

Claudio y Ercy
Claudio y Ercy

Poner a su alcance formación académica, inculcar los valores en los que creo con firmeza, mantenerlo en un entorno de amor y seguridad, cuidar de su salud y que sea feliz, ha representado investigación, planeación, trabajo diario, noches de insomnio para atreverme a tomar algunas decisiones, oraciones, y aun así no ha sido suficiente, he necesitado de una gran red de ayuda.

La red de ayuda que he tenido ha sido fundamental y agradezco a todas las mujeres que la han formado, sin duda las mujeres de la familia: Oma, Tita, Anna y Jimena. Ellas fueron las primeras en apoyarme. Sus consejos funcionaban tanto como los del pediatra, y cuidar de Claudio mientras yo salía a trabajar era mi fortaleza y tranquilidad. Una abuela es fundamental!!!

Con el paso de los años, estas mujeres han tenido más trabajo con Claudio, ya que creció y ahora sus consejos son invaluables. Vaya trabajo el que puede tener una tía!!!

Las amigas: Paty, Marycarmen, Laura, Güicha, Cristy, Janette, Betty, Rosy, Mago, Rocío, Silvia, Noemí, Frida, Dagmar, Edith, Loania, Leonor, Elisa, Norma, Neira, Vero.

Siempre recordaré la disposición de Paty para salir corriendo por mi hijo porque yo estaba en alguna junta y ella lo traía como “muñeco de peluche” cargando por la vida.

Silvia y Rocío formándolo como Scout y enviándolo hasta Alemania, y así podría continuar con las memorias. Amigas por siempre!!!

American Mom: Dawn. Cuando Claudio ya era adolescente, la familia creció y apareció de manera milagrosa otra figura materna que lo recibió como a un hijo más. Esto me trajo nuevos aprendizajes sobre la maternidad y la forma de combinarla con la vida laboral. Ejemplo de madre!!!

Y la lista continúa porque para mí, ser madre, ha sido un trabajo en equipo con todas estas mujeres, que me ha permitido crecer y amar. Esto no significa que no haya habido hombres apoyando de manera importante, pero de eso escribiré en el Día del Padre.

Por ahora, en el día en que recordamos de manera especial a las madres y mujeres que han desempeñado este papel aún sin haber parido, quiero agradecerles.

Y a ti Claudio, por la vida que hemos tenido juntos.

 

Zaira, mamá de Emi y Nico de 9 y 7 años

Contadora Pública

La maternidad es un cambio total a tu vida, pero que trae una recompensa invaluable. Si te cambia todo, desde los horarios, la forma de ver la vida, la responsabilidad que conlleva porque tienes en tus manos unas vidas que forjar.

Emi, Zaira y Nico
Emi, Zaira y Nico

He vivido en dos países durante mi maternidad, pero principalmente en Dubái fue un cambio total y radical, porque no sabía a qué me enfrentaba.

Es un cambio de cultura, de idioma, cuando llegas allá te adaptas, pero es un reto grande muy enriquecedor, tanto para uno como para para Emilia porque tuvo que ir a una escuela internacional donde había niños de diversos países.

El impacto que te da visualmente es fuerte, porque es un país musulmán, ver a mujeres con Burka, Abaya y hiyab es un cambio total.

En Dubái las musulmanas, para ir al mar usan la Abaya. Allá hay una comunidad de latinos y españoles, te pasan tips en los grupos de whatsapp. Te vas haciendo de amigas, porque no tienes a nadie de tu familia.

Nosotros teníamos lugar en donde vivir, escuelas, carro, pero no sabes ni que hacer.

Viví dos Ramadanes, una festividad de los musulmanes, en la cual ayunan por cerca de 40 días, y lo hacen mediante la luna.

Ayunan durante todo el día y al final hacen grandes cenas, pero uno como extranjero, no puedes tomar ni agua en la calle, porque te meten a la cárcel, porque es como que incitas a los demás a caer en el pecado.

Yo estaba embarazada de Nico, en un Moll muy grande compramos fruta, tenía hambre y me comí un durazno y una mujer árabe me vio horrible y me dijo que no me vieran porque podía ir a la cárcel.

Como mamá fue una etapa muy difícil y es una vida muy difícil hay mucho machismo, hay esclavitud, mucha prostitución, no permiten el alcohol, ni drogas.

Por eso ahora que ya estoy en México valoro mucho a nuestro país y si es complicado ser mamá, pero no es igual que estar en un país lejano y sin familia.

Tagged