Patria, El Grito en plazas mexiquenses y deliciosos platillos

Ocio

El 15 de Septiembre los mexicanos renovamos el sentido patrio, recordamos nuestra historia y nos identificamos con alguno de los héroes, no sólo de la Independencia, sino hasta de la Revolución y eso nos invita a disfrutar los deliciosos platillos, parte de nuestras tradiciones, como El Grito en las plazas mexiquenses donde amenizarán grupos musicales.

En Atizapán la noche será amenizada por el Mariachi Tecalitlán, la Leyenda de la Santanera y Banda Jerez, entre otras.

En Naucalpan a partir de las 18:00 horas empieza la verbena popular, juegos mecánicos, bailes folclóricos, la sinfónica de Naucalpan, a las 23:00 horas la alcaldesa, Claudia Oyoque,  dará el grito de independencia y después se presentan las banda Cuisillos y la Trakalosa de Monterrey.

En Huixquilucán, Tlalnepantla y Tultitlán, grupos musicales de diversos ritmos amenizarán la noche, sin faltar la música mexicana de mariachis y bandas.

En 1810, convencidos de abolir la esclavitud, los conspiradores de Querétaro, Josefa Ortiz de Domínguez, los hermanos Aldama, Leona Vicario y Allende, al verse descubiertos, tomaron las armas el 16 de septiembre con indígenas y campesinos del pueblo de Dolores, convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla y por aquellos valerosos mexicanos tenemos una patria, ideales y futuro.

Y esa idea de ser libres y como si quisiéramos revivir la noche de aquél 15 de Septiembre en Dolores, nos reunimos en familias, o en las plazas, para conmemorar a los héroes, incluso a los revolucionarios, como Zapata y Villa.

Y ahí consumimos el chile en Nogada, el mole, tostadas, pozole, quesadillas, pambazos al son del mariachi, bandas y demás grupos musicales entre olores de pólvora de cohetones y ataviados como charros, chinas poblanas, adelitas y caporales.

Cuenta la leyenda que cuando Agustín de Iturbide pasó por la Ciudad de Puebla rumbo a México en agosto de 1821, al terminar la Guerra de Independencia, las monjas, al parecer las agustinas del Convento de Santa Mónica, quisieron agasajarlo el día 28 con motivo de su santo ofreciéndole un platillo original.

Las religiosas prepararon un plato con el verde del chile, el blanco en la salsa de nuez -lo cual explica lo “en nogada”, por las nueces de Castilla, y el rojo con los granos de granada con que se adorna.