Juan Arvizu, Rosalía García, Álvaro Delgado, Manuel Ponce, M Catalina Jiménez

Periodista de a diario, siempre en la trinchera, Juan Arvizu seguirás con nosotros

Actual

Juan Arvizu cumplió siempre con su deber, hasta que se lo llevó esta pandemia que arrasa con todos, pero duele cuando se trata de los mejores. Durante algunos meses que estuvimos en la sección de Estados veía cada nota de los corresponsales y le extraía el jugo informativo para que ocupara las principales posiciones en el periódico EL UNIVERSAL, muchas veces la primera plana. Y así cubríamos las cuatro o seis planas con las aportaciones de los reporteros en todo el país.

Luego gestionó andar como reportero, que era lo que le gustaba. Y como todos en EL UNIVERSAL, con ese sentimiento de ocupar los espacios más importantes del periódico con mayor influencia en nuestro país.

Eso era todos los días, en cada cobertura, en la nota y palabra por palabra hasta que leíamos las cabezas ocupando los primeros espacios, o siempre con el pendiente de si habría algo que se nos quedó sin cubrir, o alguna omisión en la redacción de la nota.

Así era él, Juan Arvizu, realizado como reportero, feliz con su familia, al lado de una gran mujer, Micaela, que encontró también entre el sonido de las teclas, desde las máquinas mecánicas hasta el embriagante vértigo del periodismo actual.

Juan Arvizu, como muchos reporteros, tenía su forma de creer en algo divino, en donde algún día tal vez, si nos portamos bien como él, lo alcanzaremos.