Los laboratorios Pfizer anunciaron que entregarán menos vacunas en todo el mundo por la expansión de sus instalaciones, con el fin de aumentar la capacidad y poder satisfacer la demanda mundial, mientras el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, asegura que será 50 por ciento menos, porque enviarán el inmunizante a los países pobres.
«Como parte de las mejoras normales de productividad para aumentar la capacidad, debemos realizar modificaciones en el proceso y las instalaciones que requerirán aprobaciones regulatorias adicionales» dio a conocer Pfizer, aunque también registraron en Noruega la muerte de al menos 23 personas después de recibir el inmunizante.
Las fluctuaciones en los pedidos y programas de envío de sus instalaciones de Bélgica, que es de donde recibe México el inoculante, se presentan desde ahora y hasta en las próximas semanas.
Pfizer reconoció que el abasto será reducido de forma temporal, pero los países de Europa tendrán más producto al finalizar febrero, y se incrementará en todo marzo. La productividad de la farmacéutica aumentará de 1.300 a 2.000 millones de dosis.
Las complicaciones de la vacuna anti COVID-19 de Pfizer-BioNTech, fueron reportadas por la agencia de drogas de Noruega, con más de 23 personas muertas por complicaciones tras aplicarles el biológico.
El periódico The Local Norway publicó que el organismo que revisa los medicamentos en el país nórdico (Statens Legemiddelverk Norway) advierte que las personas mayores de 80 años y que padecen enfermedades terminales están en riesgo de los efectos secundarios mortales con la vacuna contra el coronavirus.
Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañana, México aceptó que se redujera la entrega de dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 para que la ONU pueda entregarlas a países más pobres.
