La presa Madin no solo es para beber, sino que se ha convertido en zona de aves y otras especies, además de la flora

Requiere presa Madín limitar crecimiento urbano, humedales y plantas de tratamiento

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La Comisión de Cuenca de Presa Madín propone, para salvar el embalse, a las autoridades responsables y a quienes atienden el tema del agua en los tres niveles de gobierno, limitar el desarrollo urbano en las zonas de bosque de agua, para propiciar la máxima infiltración al acuífero con reforestaciones, plantas de tratamiento, procesamiento del líquido desde los hogares y cuatro humedales.

En rueda de prensa, explicaron que no se requieren planchas de concreto que traen los desarrollos inmobiliarios para que se tenga la mínima evo-transpiración y se prevenga la erosión de los suelos. Esta acción es necesaria para tener suficiente agua en la cuenca, además señalaron la necesidad de colectores de agua y plantas de tratamiento para evitar la contaminación de los ríos que alimentan a la presa Madín, pues han encontrado múltiples descargas de aguas no tratadas que contaminan seriamente el agua.

Expusieron que urge recuperar las barrancas y reforestarlas con especies endémicas; instalar los cuatro humedales, uno en la represa de lodos debajo de la potabilizadora, otro a un costado de ésta, con una doble finalidad, como refugio para las aves migratorias que vienen de Canadá y Estados Unidos, y para que ayude a disminuir la contaminación en la presa y así hacer más eficiente el proceso de potabilización del agua.

Un mayor esfuerzo de reforestación requieren alrededor de la presa Madín
Un mayor esfuerzo de reforestación requieren alrededor de la presa Madín

El tercer humedal sería flotante en la entrada del río Tlalnepantla, desde donde se incorporan las descargas de la Zona Esmeralda y el cuarto en la localidad de San Luis Ayucan, en Jilotzingo, para retener y limpiar las aguas negras.

Además consideraron ampliar la Cultura Ambiental para todos los habitantes de las zonas urbanas, periurbanas y rurales de la cuenca de la presa Madín, proyecto que ya lleva a cabo la Comisión de Cuenca Presa Madín a través de Talleres de Educación Ambiental, uno dedicado a los niños, otro para los tomadores de decisiones y otro para adultos a través de asociaciones de colonos, y los COPASIS, integrando a la ciudadanía en general.

El agua de la presa Madín se convirtió en un bien codiciado por el proyecto de la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de llevar los excedentes de agua, resultado de la ampliación del embalse y el tratamiento, a la Ciudad de México.

La cuenca de la presa Madín es parte del Gran Bosque de Agua que abarca las sierras del Chichinautzin, Zempoala, Ajusco y las Cruces, las cuales conforman las partes altas de cuatro cuencas hidrológicas, que son la del Valle de México, del Balsas, del Lerma-Chapala y del Pánuco.

A la presa Madín llega el agua de los ríos Tlanepantla y San Juan los cuales se forman por los escurrimientos pluviales y manantiales aguas arriba en los municipios de Atizapán y Jilotzingo; además los ríos reciben descargas de aguas tratadas y no tratadas de los desarrollos urbanos. Aproximadamente el 70 por ciento de las descargas provienen de las localidades de Atizapán, entre ellas, del pueblo de Chiluca, Zona Esmeralda, y las localidades que descargan directamente a la presa, como Nuevo Madín.

La Comisión de Cuenca de la Presa Madín señala que las descargas de agua no tratada arrojadas a la presa Madín contiene metales como aluminio, fierro y mercurio, así como contaminantes emergentes tipo fármaco, entre los que fueron detectados acetaminofén, metformina y penicilina, entre otros.

En un ambiente de bosque como el de la cuenca de la presa Madín se sabe que del 100 por ciento de agua pluvial que recibe, el 75 por ciento se evo-transpira, el 14 por ciento se escurre y el 11 por ciento se infiltra.

 

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