Oaxaca, tierra de sabores, tradiciones e historia

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Por Patricia Andrade Barajas

Si gustas de la comida mexicana como el mole rojo o negro, las tortillas hechas a mano, las tlayudas, la nieve quemada, tasajo, chorizo, un lugar imperdible de visitar y disfrutar al máximo es Oaxaca, en donde además de su exquisita gastronomía, te fascinarán su arquitectura, e historia, pero sobre todo la amabilidad y calidez de su gente, que es maravillosa como anfitriona.

Les platico que nos invitaron a vivir la experiencia de visitar Oaxaca en el Turitour, que inauguró su primer viaje de tres días y dos noches, todo incluido: transporte, comida, entradas al museo y hospedaje.

Fueron vivencias, de principio a fin, maravillosas, quedé atrapada con esa hermosa ciudad, entre sus angostas y pintorescas calles de baldosas de cantera y empedrados, casonas antiguas, coloridas, llenas de historia, por ejemplo en donde vivió Benito Juárez.

Oaxaca es una ciudad llena de magia, donde en cada rincón estuvo gente que trascendió, y la que ahora vive, teje el día a día con alegría que manifiesta a cada paso, más quienes nos recibieron en plena Guelaguetza, habitantes de las ocho regiones del estado, familias completas mujeres, esposos, hijos o hijas, en pleno baile al ritmo de una música que trae paz.

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También muchos turistas nacionales y extranjeros sintieron la amabilidad de los oaxaqueños, y quedaron admirados y maravillados por sus bailes y música, esos contingentes de ligeros danzantes provenientes de las ocho regiones que recorrieron al menos tres kilómetros de la ciudad, con esa alegría que colmó las calles de Oaxaca, para arrancar los aplausos de cientos de personas que los acompañaban con algunos pasos, tomaban el mezcal que les ofrecían algunos de los bailarines y unos  más gritaban el nombre de familiares que participaban en esta muestra de destreza y cultura.

De verdad fue algo maravilloso y vibrante ver el Desfile de las Ocho Regiones de Oaxaca, conformado por hombres y mujeres ataviados con trajes llenos de color, plumas, algunos más sobrios que otros, invadidos por la total algarabía, pero otros en total en silencio. Nos explicaron que hay regiones muy espirituales, por ello su caminar en el desfile fue muy solemne.

Les quiero confesar que nunca había ido a Oaxaca, siempre fue de mis objetivos visitar esta hermosa ciudad, pero no había tenido la oportunidad, porque pensé que era muy cansado ir en automóvil o en camión, sin embargo, esta experiencia del Turitour, fue muy enriquecedora y llena de sorpresas muy agradables. Me encantó.

La ventaja de viajar en el   es que no me preocupé de nada, ellos ya tienen planeado todo, absolutamente todo, así que yo me dedique a disfrutar y dejarme consentir. Les confieso, que eso me encantó, pues ¿A quién no le gusta ir de vacaciones y que otros resuelvan todo? Pues creo que a la mayoría ¿O n0?

El Turitour fue una experiencia muy grata porque desde un principio el autobús ADO se sintió muy cómodo, nos dieron un lunch muy generoso, el conductor excelente, muy precavido, pero además, llevas un seguro por si pasa algo, que por fortuna todo muy bien.

Una vez que llegamos a esta ciudad capital estaban las autoridades estatales de Turismo para hacer la inauguración oficial del  Turitour desde la Ciudad de México a Oaxaca, y ya nos dieron una probadita algunos bailarines que participan en la Guelaguetza, ellas ataviadas con hermosos vestidos llenos de color y los hombres lucían pantalón y camisa blancos. Fue una recepción muy alegre y pletórica de música y bailes oaxaqueños.

Todo era alegría y fiesta en sus calles, restaurantes, jardines principales, en verdad algo muy agradable conocer y disfrutar esta hermosa Ciudad, con su Catedral de la Asunción, el Museo de las Culturas, sus diferentes iglesias, parques con artistas locales, restaurantes de alta gama, pero también disfrutar esa deliciosa tlayuda en el mercado Morelos, en donde nos llenamos de olores y sabores en el famoso pasillo de humo, toda una grata experiencia.

Oaxaca es una ciudad que lo tiene todo, desde lo más sencillo, hasta para satisfacer los gustos más exigentes, por ejemplo la chef Celia Florián, del restaurante Las Quince Letras, quien es reconocida por una estrella Michelin, quien ofrece excelente calidad y sabor a buen precio, que comprobamos en una cena diferente, donde nos deleitaron los sabores de la región, simplemente exquisitos.

De entrada fue una sopa de campo y siguieron tacos de chapulines con una costra de queso, tasajo y chapulines, garnacha istmeña, todo muy… pero muy rico, pero resaltó la atención, y la presentación de los platillos no desmereció.

Celia Florián es destacada chef que ha puesto en la escena internacional el nombre de México y, por supuesto, de Oaxaca, con platillos de su creación, que ofrece en el restaurante Las Quince Letras, donde vives un ambiente muy agradable y disfrutas los platillos originarios de cada rincón de Oaxaca, y por supuesto el imperdible mole negro.

En fin, te puedo narrar cada uno de los lugares en que estuvimos, todos son maravillosos. Por cierto, desayunamos en el restaurante Oaxacapon, del Chef zapoteco Gaudencio Ruiz, quien vivió muchos años en Japón y ahora trajo a su natal ciudad esta comida y la combina de alguna manera.

El “Chef Zapoteco”, como se autodenomina, quien fuera condecorado en Japón por el Emperador, por la excelencia de sus platillos, destacó la importancia del rescate de la cocina materna, cocina de leña y la cocina ancestral.

Más que entrevista, con él los medios tuvimos una platica en la que comentó que cuenta con un equipo maravilloso encabezado por su esposa Virginia, sus asistentes las señoras Gabriela y Francisca, mujeres expertas en la cocina oaxaqueña.

Señaló que como migrante en Estados Unidos, inició de cero, sin formación académica, pero llegó a especializarse en cocina internacional, principalmente japonesa, las cual le apasiona, por eso también ya estableció su restaurante de esta comida.

Para cerrar con broche de oro nos llevaron a visitar Casa Convite, donde el empresario Jorge Vera nos puso en el paladar una cata de los diferentes mezcales que producen.

 

Ahí ofrecen diversos mezcales, para eso es la cata de mezcales y te explican cuantos años tardan en cosechar el agave, que puede ir de siete a 25 años, lo que hace que cambie el sabor. En fin es otra de las delicias.

Como ven, Oaxaca te sorprende con su gastronomía, los sabores, olores y color de sus alimentos y bebidas, que han puesto muy en alto el nombre de México.

Ojalá se den la oportunidad, en estas vacaciones, de visitar Oaxaca y de preferencia, a través del Tour de Turibus, para que lleguen a los sitios más emblemáticos de esta ciudad que te llena el paladar, los sueños de colores con su música y danza y sus historias que han contribuido al México actual.

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