Más de 60 representantes de colectivos culturales, literarios y artísticos de diversos países participaron virtualmente en la Jornada Mundial por la Paz, en la que pidieron alto a la guerra y al genocidio, todos desean la paz, por ello se unieron para que escucharan cientos de voces en pro de la paz del mundo.
En representación de México participó la artista visual, Isabel Ruiz de Velasco «Ruzi», por invitación de Rosalba Robles, Embajadora Cultural y escritora de bestseller, quien convocó a destacadas personalidades del arte y la cultura como a unirse a esta importante causa global.
La Jornada Mundial de 100 Horas por la Paz, organizada por Virginia Galván y el CIELAC, fue un encuentro sin precedentes en el que voces de todo el planeta se unieron para sembrar esperanza, exigir el cese de los conflictos y reafirmar que la paz no es una utopía, sino un derecho humano fundamental.
Ruiz de Velasco tuvo tres participaciones, en dos ponencias dentro del colectivo “Somos Bestseller Latinoamericanos”, y en la emotiva clausura, comentó que «fue muy gratificante compartir este mensaje con el mundo entero, escuchar tantas voces unidas en un mismo sentir, y saber que aún en medio del dolor, la esperanza sigue viva».
Destacó la artista visual que este movimiento nos recuerda que sí es posible construir un mundo mejor. La paz comienza en cada uno de nosotros tal y como lo he plasmado en las obras de su colección La Nueva Civilización y es ahí donde nace el amor y la paz en el interior y así llevaremos obras de bondad y compasión a la acción.
Isabel Ruiz de Velasco expresó como decía la Madre Teresa de Calcuta “Tal vez no todos podamos hacer grandes cosas, pero sí podemos hacer pequeñas cosas con gran amor”.
Agregó desde ese amor, humilde y verdadero, que nace la paz. Cada palabra amable, cada gesto solidario, cada mirada compasiva cuenta.
Desde donde estemos, con lo que somos y tenemos, podemos ser sembradores de paz.
«Hoy más que nunca, el mundo necesita corazones valientes y manos que construyan. Que este llamado resuene en nuestras acciones diarias, y que nunca olvidemos que la paz no es solo un sueño: es un acto de amor posible. Y empieza en ti» concluyó la artista visual mexicana.