En los primeros minutos de hoy tomó posesión Jaime Bonilla como gobernador del Estado de Baja California, con la secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, como testigo de una administración que fue electa para dos años, pero que cambiaron la ley para pudiera ampliarse a cinco.
Según la representante de Andrés Manuel López Obrador, en el acto en que el Congreso de Baja California le tomó la protesta a Bonilla, los diputados locales están facultados para emitir las normas por lo que resulta legal, sin embargo falta que la Suprema Corte la convalide, o sea también la puede revertir en contra del mandato al morenista para que sea por dos años.
Así terminaron 30 años de administraciones panistas que inició Ernesto Ruffo Appel como primer gobernador en el país que provenía de un partido diferente al PRI.
En el evento, la secretaria de Gobernación omitió dar su opinión al respecto; “yo no puedo estar o no de acuerdo, el Congreso emite la norma y el Tribunal constitucional va a resolver”.
Sobre su asistencia a este evento, la ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación calificó de “maravilloso” recobrar Baja California, luego de 30 años de administraciones panistas.
En declaraciones anteriores, ante el Pleno del Senado, Sánchez Cordero había externado que la ampliación del mandato en esta entidad era inconstitucional, pero que la federación debe ser respetuosa de las disposiciones soberanas de los estados.
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