Por José G. Viurquis G.
Exposición a la limón trae los fuertes colores de artistas clásicos mexicanos con las tonalidades tecnológicas que los mismo atraen a Baby Boomers, Generación X, Millennials y Centennials, gente de todo el tiempo, sacudida por las impresiones de Inés Orozco y Nolasco M Vera, a través de 22 obras pictóricas y cuatro esculturas en su muestra «Blanco y negro a color».
A partir del 1 de agosto, las notas de Ariel Haber combinarán su suit de colores con las expresiones de la oriunda de la Ciudad de México y el nativo de Veracruz, para deleitar a gente de buen gusto en el Centro de las Artes, José Emilio Pacheco de Tlalnepantla.
Colores y texturas entrarán con la música, porque cada color tiene una tonalidad, y cada sonido una textura señala Ariel Huber y agrega que las ideas llegan como revelaciones.
Menciona su natural gusto por los colores intensos, los que encuentra en la forma de interpretar el piano.
Nolasco, de familia de artistas, esposa e hijos, menciona su proyecto Adueñarte en Tepozotlán, y comenta que en Al Alimón toma el reto de conquistar a través de su arte, la obra nace de adentro, con la intención agradar, conquistar, pero no deliberadamente.
Con su mural de fondo en el Hospital San Rafael, Inés Orozco muestra sus tonos azules y personas del futuro, para externar su deseo de una mejor humanidad, con líneas metalizadas en busca de la comunicación artística desde todas las dimensiones.
