Una forma grave de violencia contra la mujer es el alquiler de vientres, que además de fomentar el tráfico de bebés es otra forma de explotación de la fertilidad femenina, advirtió el movimiento Pasos por la Vida
La vocera del movimiento nacional, Pilar Rebollo, afirmó que “los vientres de alquiler, la subrogación de vientres o cualquier modalidad de explotación de la fertilidad femenina vulnera más a la mujer de lo que se ha venido haciendo por siglos”, por lo que hizo un llamado a legislar en contra de estas prácticas que también fomentan el comercio de personas.
En un comunicado dieron a conocer la campaña de pintas de bardas en estados como Coahuila, Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco y Ciudad de México para luego cubrir la totalidad de las entidades, con la finalidad de visibilizar esta grave práctica que se está difundiendo en México y que de una vez por todas los legisladores mexicanos protejan a la mujer de este tipo de violencia y explotación en nuestro país.
Una investigación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de México revela en 2018 esta industria generó ganancias de 6 mil millones de dólares y para 2025 podría aumentar hasta los 27 mil quinientos millones de dólares. En México el costo promedio de esta práctica es de 90 mil dólares y a la gestante se le pagan entre 9 mil y 10 mil dólares.
Como urgente, consideró la vocera de Pasos por la Vida, velar por la mujer y su maternidad pues las mujeres que, en la necesidad de un trabajo, remuneración o estabilidad, han aceptado un precio para su naturaleza, se convierten en esclavas de estas personas, porque las condicionan a no viajar, no comer, o hacer las cosas como los compradores indiquen, lastimando así su salud física, emocional y social.
“En Pasos por la vida luchamos por mejores condiciones para las embarazadas y sus hijos, para que se respete la dignidad de cada persona desde su concepción hasta la muerte natural. Condenamos que se comercialice con la necesidad de la mujer, su cuerpo y su fertilidad”, indicó.
En la maternidad se involucra la totalidad de la mujer: sus sistemas circulatorio, reproductor, endócrino, respiratorio, neurológico, psicológico, etc., y a la mujer se le deja sin protección después de estos procedimientos.
“Con las campañas que estamos realizando en varios estados de la República, queremos sensibilizar tanto a los legisladores locales como los federales para que pongan fin a estas prácticas que sirven para enriquecer a empresas internacionales y que dan un trato inhumano a la mujer y al niño que lleva en el vientre.
“La venta y compra de órganos está prohibida, ¿cómo es que permitimos venta y compra de niños? ¿cómo es que permitimos el comercio de personas? Esta práctica no se parece en nada a una adopción, pero sí al comercio humano”, sentenció Pilar Rebollo.
