Garantizar la preservación de áreas naturales, como la denominada Espíritu Santo, que es fundamental para el patrimonio de las familias atizapenses, es la lucha legal y administrativa que inició el gobierno de Atizapán de Zaragoza ante autoridades de Jilotzingo anunció el alcalde Pedro Rodríguez Villegas.
Proteger la integridad de su territorio en la zona oeste, limítrofe con Jilotzingo, es el objetivo principal, no solo reafirmar la soberanía histórica de Atizapán, expresó Rodríguez Villegas, y señaló que defenderán «lo que por derecho corresponde a las familias atizapenses», con la meta de dar certeza legal sobre los límites del municipio.
En información oficial señalan que «la postura de la administración es categórica: no se autorizarán construcciones que pongan en riesgo el alto valor ambiental de esta zona».
El presidente municipal de Atizapán de Zaragoza dio a conocer que, para blindar legalmente el área, el gobierno está actualizando el Plan Municipal de Desarrollo Urbano para designarla oficialmente como no urbanizable.
El director de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, Ramón Jarquín, confirmó que esta filosofía de conservación se apoya en documentación sólida: la zona ha sido históricamente reconocida en favor de Atizapán, un hecho respaldado por programas de ordenamiento ecológico y registros catastrales y geográficos, lo que desestima cualquier permiso de construcción emitido por el municipio vecino.
La estrategia legal se centra en las serias deficiencias del proceso iniciado por Jilotzingo y en el irrefutable respaldo histórico que posee Atizapán.
Con estas acciones, el gobierno de Pedro Rodríguez Villegas reafirma su compromiso de proteger el patrimonio y el medio ambiente en beneficio de todas las familias atizapenses.
