Por Patricia Andrade Barajas
El Ballet Folclórico Amo a México de Lolita Menchaca y el Coro Renacimiento de Paco Ortega, rindieron emotivo homenaje póstumo a un año de su fallecimiento de Juan Menchaca, esposo, durante 58 años, de Lolita Menchaca, la directora y coreógrafa del ballet, a quien siempre apoyó e hizo feliz, y aportó para el buen desempeño de bailarines, músicos, cantantes del grupo.
Lolita Menchaca señaló que la mejor manera de recordar a Juan a un año de su partida, es con la función de bailarines del Ballet Folclórico Amo a México, músicos y cantantes del Coro Renacimiento, pues consideramos que a él le gusta ver la presentación en su honor.
Indicó que durante 35 años le complacieron los bailables que montaba como directora y coreógrafa, por ello hizo está presentación especial como un merecido homenaje póstumo, a quien siempre la impulsó a ser ella misma, a realizar lo que le gustaba y sobre todo a disfrutar de la vida y ser feliz.
Juan y Lolita vivieron una hermosa historia de amor, respeto, complicidad, amistad, pero sobre todo una gran pareja que siempre disfrutó cada momento. Él solía decir que vivía para cuidarla y hacerla feliz, así lo hacía cada día, pues cuando ella trabajaba como directora del Ballet Folclóirico del Estado de México, Juan siempre estaba al pendiente de lo que necesitaba.
El Foro Felipe Villanueva, en el Parque Naucalli, fue el escenario donde más de 40 bailarines del Ballet Folclórico Amo a México de Lolita Menchaca, músicos y cantantes del Coro Renacimiento, dirigidos por el Maestro Paco Ortega, Danza Aérea, deleitaron al público a quien arrancaron el aplauso y respeto por el homanje póstumo de Juan Menchaca.
Participaron con mucho entusiasmo los 40 bailarines del Ballet Folclórico Amo a México de Lolita Menchaca, quienes empezaron con el Viva México, Los Colcheros, Leyenda de los Volcanes, La luna, Charros y Virginias de Chimalhuacán, Alingo Lingo, Las Iguanas, Mariposa Monarca, con danza aérea.
El Ballet Folclórico Amo a México de Lolita Menchaca también presentó bailes de Tamaulipas como el Siete Mares, grabado por Pedro Fernández, y de otros estados como Sinaloa, Jalisco, Baja California, Veracruz y cerró con broche de oro el Huapango de Moncayo.
También fue invitado especial un Ballet Folclórico de Costa Rica, quienes bailaron muy emocionados y uno de los bailarines ondeó, por el Foro Felipe Villenueva, la bandera de su país.
Los músicos y cantantes del Coro Renacimiento, dirigidos por el Maestro Paco Ortega, atraparon al público con su actuación, pero en especial con las dos canciones que eran las preferidas de Juan Menchaca, «A mi Manera» y «Granada», que las interpretaron magistralmente.
Al evento asistieron invitados especiales como las tres hermanas de Juan Menchaca, Mary, Elvira y Elba, los hijos de Juan, Vanessa y Juan Luis, nietas, amigos y público, quienes disfrutaron cada uno los cuadros del Ballet Folclórico Amo a México de Lolita Menchaca, conformado por los mejores bailarines del folclor mexicano, que dejaron su talento en en cada una de las presentaciones, «como si estuvieran Juanito, como lo llamaban de cariño, pues era un hombre afable, cariñoso y solidario con todo el equipo, como uno de ellos.
Lolita Menchaca en entrevista con Nuestra Zona, con voz entrecortada comentó que Juan Menchaca, fue su compañero de vida, y todo inició con una amistad de un año, dos de novios y 58 de casados. Él siempre la impulsó a estudiar en la compañía de Danza Mexicana y la alentó a ser maestra de danza folclórica.
El 23 de junio, dijo, es una fecha muy difícil y dolorosa para ella, pues ese día en la madrugada falleció repentinamente su compañero de vida, su esposo, el hermano, padre, abuelo, bisabuelo excelente. Nunca tuvo una queja de él, le dio una vida muy feliz, nunca le faltó nada, el veía que hacía para que su familia estuviera muy bien.
«Me dejó hacer mi vida, me dejó ser yo, eso no tiene precio, fue el mejor esposo, por eso se hizo esta presentación, porque el era muy alegre, divertido, no se estancaba en los problemas siempre iba adelante», narra Lolita Menchaca.
Recuerda que tenía 35 años de trabajar para el gobierno del Estado de México cuando Juan le dijo que ya se jubilará. «Ya estuviste en Bellas Artes, en el Cervantino, en el ballet de Pedro Fernández, ya es tiempo que te retires y disfrutemos juntos. Y fui la más feliz con mi esposo cuando me jubilé, porque me dijo haz lo que quieras, sé feliz».
Lolita Menchaca señala que aún no se acostumbra a su ausencia, aún llega a su casa y le dice ya llegué amor. Eso le duele, pero recuerda su alegría por vivir y por disfrutar todo.
Recuerda que a Juan le gustaba mucho jugar boliche, ganó varios torneos. Le encantaban todos los deportes como el tenis, futbol. Con su hija Vanessa iban a ver los partidos, eran un par de apasionados.
Señala que a Juan le gustaban las reuniones familiares. Todos los viernes desayunaba con sus hermanas, a quienes unió y siempre las apoyó en lo que ellas necesitaban, eran muy unidos, ellas lo querían mucho.
Juan, dijo, siempre estuvo rodeado de mujeres de la familia sus hermanas, sus hijas Penélope, Soraya,Vannesa, sus nietas y bisnieta, a todas las procuró y amo profundamente, a su hijo Juan Luis, siempre lo consintió y fue muy amoroso con todos.
A ella le da gusto que haya sido tan querido por todos los bailarines del ballet, lo adoraban, todos fueron a despedirlo al igual que los músicos y cantantes del Coro Renacimiento, con quienes siempre convivió mucho, pues iba a los viajes internacionales, en los ensayos y en las reuniones, en donde no faltaba el buen humor y alegría de Juan.
Lolita Mnecha agradeció a la vida por haber tenido al mejor compañero, amigo, cómplice y esposo, a quien nunca va a olvidar y siempre va a estar presente, porque la mejor herencia que le dejó Juan es una hermosa familia, amorosa y a quienes ama profundamente. GRACIAS JUAN.
