Fraudes electrónicos a la alza, entre 15 y 20 por ciento en esta época

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En esta época de aguinaldos, salarios acumulados y más prestaciones, podemos caer en trampas de los defraudadores, hasta en las compras electrónicas, en páginas Web, donde hay ofertas que no se concretan, pero si dejan la deuda y sin producto, delito que se ha incrementado entre 15 y 20 por ciento, establecen estudiosos de la UNAM.

El director de Sistemas y Servicios Institucionales, de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM, Fabián Romo Zamudio, establece que en México y Estados Unidos la gente comparte por la red o dispositivos móviles información como números de cuenta o claves de acceso con serias consecuencias.

Según estadísticas de la Asociación de Internet.mx, durante 2017 en nuestro país poco más de 26 por ciento de todas las transacciones comerciales realizadas por personas físicas son electrónicas, pero desde octubre se incrementan de 19 a 31 por ciento, y en los dos últimos meses del año alcanza casi 40 por ciento del volumen de compras.

Entre más atractivo el anuncio, mayor cuidado
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En naciones como Finlandia, Suecia o Suiza las ventas electrónicas llegan a 80 por ciento en esa temporada. No obstante, “cada vez hay más gente con teléfonos móviles, que tienen tarjetas de crédito o débito y se ubican en edad productiva, lo que aumenta el riesgo de sufrir cierto tipo de fraudes”, precisó.

El experto recomienda verificar que los sitios de venta electrónica sean seguros, porque a los defraudadores les damos además información a través de las redes sociales con fotografías que exhiben nuestro estilo de vida y poder adquisitivo, lo que representa un factor de riesgo para suplantación de identidad, robos o secuestros físicos, advirtió.

Romo Zamudio subraya la necesidad de tener varias contraseñas en cada cuenta porque si alguno de estos servicios es atacado o comprometido, los ciberdelincuentes obtienen prácticamente toda la información que necesitan de sus víctimas.

Es indispensable, además, contar con una cuenta maestra de correo electrónico, es decir, una cuenta que no compartirá contraseña con otras aplicaciones y que sólo se use en servicios clave de las cuentas electrónicas, para recuperar el control y la información en caso necesario.