Total inclusión de niños con discapacidad en La Sonrisa de Dios

La Sonrisa de Dios impulsa a niños con discapacidad en San Juan del Río

Portada Salud

Por José G. Viurquis González

Especialistas en Lenguaje, audición y visión, entre otros, atienden a niños con discapacidad que recurren a La Sonrisa de Dios, un sitio en San Juan del Río, Querétaro, donde se les impulsa a ser menos dependientes de los seres que los rodean. La institución sobrevive gracias a trabajo interno que produce huesitos terapéuticos, bazares y donaciones.

La Sonrisa de Dios, institución de Asistencia Privada (IAP) desde hace 26 años brinda terapias de rehabilitación a niños con daño neurológico o prematuros en riesgo, explica Rosy Guerrero Ugalde, fundadora, dirigente de la casa que atiende a menores de cero a 12 años, llevados por sus familiares, como papás, tíos, abuelos, con quienes toman el tratamiento.

Guerrero Ugalde destaca que ofrecen terapias ocupacionales, de lenguaje, visuales, físicas, hidroterapia, estimulación temprana, terapia Montessori o adaptación a la escuela.

Otras actividades son las que estimulan todos los sentidos como el cuarto multisensorial, y las clases de música que también buscan encontrar lo que más atrae a los niños para que se incorporen en todas las acciones sociales.

Niños felices reciben terapias en La Sonrisa de Dios
Niños felices reciben terapias en La Sonrisa de Dios

Resaltó el objetivo altruista de la Sonrisa de Dios, pues sus servicios son para las personas de bajos recursos económicos ya que al mes solo aportan una cuota simbólica, mientras que a cambio reciben, en cada cubículo, la atención de personal especializado, de acuerdo con la situación que presenten.

Sin embargo, es recurrente la escasez de fondos, ya que ante la demanda de los tratamientos, enfrentan problemas con el pago de la nómina, «pues ya se hizo grande, nos cuesta mucho trabajo», expresó Rosy Guerrero.

«La gente puede apoyar becando a un niño. Lo impulsan si mensualmente le asignan una cuota, ya con todos los gastos sumados, más o menos, son mil pesos, aproximadamente, los se invierten en cada niño«.

Comenta que también atraen recursos con donativos de toda índole, pues reciben ropa en buen estado, que destinan al bazar. «También tenemos una maquiladora donde hacemos uniformes, batas, y algunas cosas de línea como cosmetiqueras, delantales y huesitos terapéuticos».

Hizo una invitación a que los visiten, a que vean como es «La Sonrisa, un lugar digno, limpio y con mucho afecto para la gente. Practicamos todos los días la inclusión, el cariño hacia los niños y la aceptación de la institución hacia las familias, entonces ellas se sienten pertenecientes».

Explicó que la asociación atiende a niños con retraso en el desarrollo neurológico, que de acuerdo con un diagnóstico requiere de dos a tres terapias a la semana, pero sobre todo, como parte de la inclusión «festejamos los cumpleaños, la Navidad y el Día de la Madre. Somos una familia muy bonita, donde hemos cobijado a estas familias que muchas veces no se sienten incluidas por sus comunidades ni en la sociedad».

De la invitación a que los visiten, indicó que se encuentran en San Isidro, a donde la gente acude con productos que tienen en casa, «nosotros los vendemos en bazares, que luego hacemos en el Jardín Independencia, o con las tómbolas, y nos va muy bien con todo lo que nos hacen favor de apoyar», señala Rosy Guerrero.

La institución está ubicada en la calle Anacleto Badillo, esquina con Álvaro Obregón número 1, en San Isidro. Facebook La sonrisa de Dios, IAP