El príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, falleció a los 99 años, después de 70 años de vivir de la realeza, ante quien tuvo que demostrar gran lealtad.
Fue en 2017 cuando dejó los eventos públicos, luego de que estuvo en 22 mil actos oficiales, aunque su gran logro fue ser “el único hombre del mundo en tratar a la reina como un ser humano, de igual a igual”, de acuerdo con Lord Charteris, exsecretario privado de la monarca.
El desaparecido, que tenía rango de duque de Edimburgo, sobresalía por su estatura, muy estático y siempre detrás de la reina como lo obligaba el protocolo.
Él mismo decía que le faltaban años de aprendizaje para encontrar su lugar a la sombra de Isabel II y en el corazón de los británicos, aunque no puede quejarse porque disfrutó de un alto índice de popularidad, como su esposa.
Hubo momentos en que se le relacionó con otras mujeres, aunque no le pudieron comprobar algo serio como fue a la escritora Daphne Du Maurier, la actriz Pat Kirkwood, la cantante francesa Hélène Cordet y la sonada lady Penny Brabourne.
Al morir el príncipe Felipe, la reina de Inglaterra, Isabel II deja de tener pareja, el hombre del que se enamoró cuando era adolescente con el que vivió más de 70 años, y que, en el interior del hogar, respetaba.
