Los gobiernos municipales de Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza advirtieron que están desautorizadas las concentraciones masivas, como son los actos religiosos, ya que persiste en semáforo epidemiológico naranja, y hay acuerdo con autoridades eclesiásticas.
El Gobierno de Tlalnepantla informa que no se permiten concentraciones masivas de personas en espacios públicos, con motivo de la Semana Santa, con el fin de mitigar la propagación del COVID-19. Esta medida también ha sido establecida por las autoridades eclesiásticas.
El Departamento de Asuntos Religiosos de la administración municipal se reunió con directores de diversos grupos teatrales de las representaciones de la pasión de Cristo, a quienes les informó sobre las disposiciones del Gobierno del Estado de México y la Arquidiócesis de Tlalnepantla en relación con el semáforo naranja de la emergencia sanitaria.
El Jueves Santo, en el horario y modo que más convenga a cada comunidad, se puede realizar una procesión con el Santísimo Sacramento en una camioneta sin la presencia de fieles y sin detenerse para no provocar concentración de personas. En todo momento deberá haber responsables de la seguridad y del cumplimiento de las medidas sanitarias.
El Viernes Santo, el Viacrucis se realizará por la mañana exclusivamente dentro de los templos con un aforo máximo de 30 por ciento, en forma breve y sin representar la pasión.
La procesión del silencio del Viernes Santo por la noche, también será sin fieles y en una camioneta que recorra las calles sin detenerse, se invitará a las personas a que observen su paso desde sus domicilios o a través de los medios digitales que maneja cada parroquia.
En Atizapán de Zaragoza el gobierno informó que ninguna autoridad religiosa deberá realizar eventos masivos con motivo de la Semana Santa, a fin de cumplir con los protocolos de sanidad ante el COVID-19.
Señaló que en días pasados hizo un llamado a las asociaciones eclesiásticas del territorio municipal para respetar las medidas de higiene recomendadas y autorizadas por las autoridades de salud de los tres niveles de gobierno para garantizar la salud de los feligreses.
De acuerdo con los protocolos de salud, las asociaciones religiosas deberán limitar el acceso a los recintos para contar con un aforo máximo del 35 por y respetar el horario de 7 a 19 horas.
Para protección de las personas deberán implementar diversas medidas como uso obligatorio de cubrebocas, instalación de un filtro sanitario para realizar la medición de la temperatura corporal y desinfección de calzado. En caso de que alguien presente una temperatura corporal mayor a 37.5 grados, se deberá reportar al 911.
Se solicitó cerrar las áreas destinadas a la concentración de personas como los salones de reuniones, de usos múltiples, para trabajos pastorales y fiestas patronales.
Entre las obligaciones que tienen las autoridades religiosas se contempla incrementar la limpieza y sanitización de todas las áreas comunes: escaleras, barandales, elevadores, pasillos centrales, jardineras, bancas, sillones y sanitarios, así como priorizar y cuidar a la población vulnerable (mujeres embarazadas, adultos mayores, personas con enfermedades respiratorias y/o cardiovasculares).
