El río Hondo es actualmente un riesgos de inundación, que se recrudece por acumulación de basura y falta de desazolve, y además es foco de contaminación que genera malos olores a los largo de sus 17 kilómetros, pero su rescate significaría crear infraestructura verde que evitaría anegaciones y mejoraría el medio ambiente expusieron especialistas del Instituto de Recursos Mundiales México (WRI), por sus siglas en inglés.
El rescate del mayor río de Naucalpan es posible y generaría la gran oportunidad de transformar la problemática que enfrentan más de 600 mil personas, con acciones regeneradoras basadas en el uso de infraestructura verde, los usos de suelo y la planeación urbana compacta y equitativa, la gestión del agua y movilidad sostenible.
Sanear el río Hondo en esta oportunidad regeneradora contribuirá además a la mitigación del cambio climático y al combate contra las desigualdades, señalaron miembros del equipo WRI México, que lidera el proyecto Coaliciones Urbanas Transformadoras (TUC, por sus siglas en inglés).
Indicaron que casi la totalidad de las descargas de aguas residuales domésticas e industriales que se generan en este municipio terminan en el cauce del río Hondo. Se estima que, a lo largo de los 17 kilómetros y su área de influencia, existen riesgos de inundación y exposición a daños a la salud pública y al medio ambiente por mantos freáticos contaminados y emisión de metano a la atmósfera.
Ignacio Bernabé, coordinador de agua e infraestructura verde de WRI México, consideró que acciones como la separación del drenaje del cauce del río, la creación de techos verdes con captación de agua pluvial para reducir escurrimientos y de jardines infiltrantes pueden contribuir al rescate y la regeneración de la zona, mejorar la calidad de vida de sus habitantes e incluso incrementar los valores del suelo.
Gorka Zubicaray, coordinador de desarrollo urbano de WRI México, destacó que, entre los impactos climáticos de Naucalpan, se encuentran varias colonias con riesgo alto o muy alto de inundaciones, cuerpos de agua contaminados, islas de calor y hundimientos.
Mariana Campos, gerente de TUC en México, explicó que en Naucalpan el proyecto ha logrado involucrar a actores de distintos sectores relevantes de la sociedad, tales como autoridades, organizaciones de la sociedad civil, académicos y empresarios.
Explicó que el 60 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades en 2030, y 80 por ciento de los mexicanos vivirán en zonas urbanas, las cuales consumen dos tercios de la energía mundial y generan el 70 por ciento emisiones de gases de efecto invernadero globales.
Zubicaray expuso que entre las consecuencias de un modelo urbano disperso en México se sabe que, entre 1990 y 2015, el parque vehicular creció 3.5 veces más rápido que la población.
TUC cuenta con el financiamiento de la Iniciativa Climática Internacional (IKI) del Ministerio de Ambiente, Conservación y Seguridad Nuclear (BUM) del Gobierno Federal Alemán en México.
WRI es responsable por su implementación en Naucalpan y en León. El proyecto, dividido en dos fases, cada una con duración de tres años y fecha de término en 2026, promueve proyectos estratégicos y el fortalecimiento de capacidades locales para generar iniciativas orientadas a la descarbonización y que permitan mitigar el cambio climático.
