El basamento y montículo que soportan la Cruz Atrial del siglo XVI, en Cuautitlán, son restaurados por trabajadores del Instituto Municipal de Cultura y Vestigios Arqueológicos, bajo la supervisión del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La joya arquitectónica está ubicada frente a la catedral de Cuautitlán, en la zona centro del municipio y, por su calidad artística, es considerada una pieza importante del estilo plateresco en México.
El Instituto Municipal de Cultura y Vestigios Arqueológicos informó que los trabajos están autorizados por el centro INAH Estado de México con la autorización No. 401.3S.1-2020/170/F, que consisten en la impermeabilización, consolidación de aplanados y restitución y la aplicación de pintura de basamento.
Estos trabajos se realizan bajo la asesoría y supervisión de Martín Trejo Flores, adscrito al centro INAH Estado de México y la obra autorizada deberá realizarse de acuerdo con las especificaciones anotadas en la bitácora de la obra por la sección de Monumentos Históricos de la dependencia.
Se realizó la delimitación del área del monumento y se estima que tendrán una duración de seis semanas. Como primeras acciones se realiza la limpieza de muros de basamento y montículo eliminando desprendimiento de pintura y manchas con espátula y elementos mecánicos.
En esta obra se utilizarán materiales base cal, arena y baba de nopal, de acuerdo a las especificaciones autorizadas por el INAH y estará bajo la coordinación del maestro de obras Abraham Fierro Telles, con más de 30 años de experiencia y su personal especializado en estos trabajos.
La Cruz de Cuautitlán, construida en 1555, se levanta en lo que hoy llamamos Parque de la Cruz y se ubica frente al templo parroquial de San Buenaventura, catedral de la diócesis, y que en siglos pasados formaba parte del atrio y fue el más antiguo cementerio colonial de la población.
