Para atacar la creciente desigualdad social en Atizapán, al rendir protesta como presidenta municipal, Ruth Olvera Nieto anunció el rediseño administración de pública, para reducir en 33 por ciento el gasto de las dependencias, en especial los servicios personales y nómina en 137 millones de pesos.
“No habrá contrataciones por compromisos políticos, reparto de cuotas, ni parientes ni compadrazgos, sino funcionarios que son personas honestas, con un alto perfil profesional, capacidad probada”, expresó al referirse a los servidores públicos que trabajarán en el Ayuntamiento de Atizapán.
Y reiteró que no incorporará a ningún miembro de su familia, sino personas que impulsen políticas incluyentes, y reconoció que si bien Atizapán ocupa el quinto sitio en desarrollo social, las diferencias sociales ubican al 33 por ciento de la población en condiciones de pobreza.
Consideró como una responsabilidad apoyar a quienes menos tienen y que habitan 41 colonias, determinadas por la Secretaría de Desarrollo Urbano federal.
Además prometió en su gobierno una reconversión territorial, con crecimiento urbano ordenado, respetuoso del medio ambiente, con visión metropolitana y que no ahuyente inversión. Y aseguró que será un gobierno de consulta ciudadana, “nada se negociará detrás de la puerta, todo será claro, transparente y con mucha visión”.
Dijo que hará de Atizapán una ciudad atractiva para la inversión y empleo, eliminará los moches, y tendrá mejora regulatoria para abrir negocios, licencias, incrementar el Producto Interno Bruto, con el fin de que haya empleo.
Aseguró que habrá servicios públicos eficaces, ya no más parques en el abandono, ni calles con baches, y que la ciudad dejará de ser un es basurero, porque habrá una “estrategia operativa, para limpiar el rostro de nuestra casa”.
En cuanto a seguridad, indicó que recuperarán la confianza de los atizapenses en su gobierno, porque atacarán la inseguridad, la inseguridad que lastima, y anunció la creación de los Consejos Territoriales para Reconstrucción Social, con la estrategia estatal, para combatir delincuencia, y “aspirar a la paz que todos merecemos”.
Indicó que a partir del primero de enero habrá nueva forma de gobernar, que hará de Atizapán una ciudad habitable, segura, restituyendo el tejido social.
Consideró que tres años no son suficientes, porque se requiere una cirugía mayor, con austeridad republicana, innovación, sensatez y sentido común, para poner los cimientos de una ciudad moderna.
El secretario de Desarrollo Urbano Metropolitano, Enrique Jacob Rocha, le tomó la protesta de conformidad por lo dispuesto en el artículo 144 de la Constitución Estatal, y la exhortó a cumplir eficazmente con la autoridad que los atizapenses le han conferido mirado en todo la prosperidad del municipio.
Jacob Rocha resaltó que vino a tender la mano para ampliar alcance de los programas, ya que por encima de partidos, está el interés de servir a mexiquenses, para tener hogares sólidos.
En el evento estuvieron además la delegada especial, Delfina Gómez, el senador Higinio Martínez, y los alcaldes electos de Naucalpan, Patricia Durán, y Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz.
También asistieron Ulises Ramírez, Francisco Gárate Chapa, Pedro Rodríguez y Pablo Básañez.