“Ellos disfrutan el sexo que no es lo mismo que amor”: Manuel Galván Izquierdo, especialista en grupos vulnerables de adolescentes
Tener un “free” es salir con una persona para tener sexo con ella, sin compromisos futuros sin planes de matrimonio. También está el poliamor, en el que se ama física y mentalmente a más de dos personas al mismo tiempo. Los nombres pueden variar, pero la esencia es la misma: amar sin compromiso, con la libertad de elegir a quien uno desee y terminar esa relación cuando uno desee.
Las relaciones de hoy, son más sinceras o cínicas, de acuerdo al punto de vista que se tenga frente a lo que se precise como una relación normal.
“Hoy los jóvenes están más conscientes de la diferencia entre el amor y el sexo”, indica Manuel Galván Izquierdo, doctor comunicación y experto en servicios humanos, especialistas en grupos vulnerables de adolescentes, familias y cuidadores primarios.
“Los adolescentes de hoy tienen relaciones más sinceras, porque antes te casabas pero tenías amantes por todos lados, pero hoy con la comunicación se pueden entablar acuerdos entre la pareja y concluir la relación en el momento que así lo deseen”, indica el entrevistado.
Lo que sí se debe de fomentar es el diálogo entre la pareja y también con los adultos alrededor. “Hemos visto que a algunos adultos les escandaliza las nuevas dinámicas de relación que tienen los jóvenes, especialmente cuando se cree que el sexo es un sinónimo de amor, o cuando se piensa que somos seres asexuados que sólo debemos tener sexo cuando estamos conviviendo dentro de un matrimonio formal y avalado por la religión”, lamenta Galván Izquierdo.
Aunado a ello, aún el sexo dentro del matrimonio es un tabú, a pesar de que no está prohibido por la religión. “Cuando te casas ya puedes tener relaciones sexuales, está permitido. Pero no se habla de ello con los hijos, y éstos creen que los padres no practican el sexo, lo ven como algo inmoral, prohibitivo e incluso asqueroso”, indica.
Ante este panorama, los jóvenes de hoy le han dado la vuelta a las relaciones de compromiso del pasado. No obstante, “en el futuro sí piensan en tener una pareja y formar una familia, pero no como la que muestran sus padres o sus abuelos. Ellos piensan diferente.
La mujer ya no espera, es activa
Anteriormente las mujeres esperaban en casa a su príncipe azul, pero hoy en día se sabe que ellas también buscan, encuentran y tienen relaciones casuales. Ya no son pasivas, son más activas y ello les permite saber qué quieren y qué no quieren.
“Lo más importante es cuidarse y entender que el amor en estos tiempos es muy diferente; además, no se puede prohibir el sexo cuando este mundo está lleno de mensajes sexuales, canciones, videos, literatura y toda una gama de contenidos que están generando deseos que deben ser bien canalizados”, concluye el académico de la Universidad Iberoamericana.