La pandemia generó un retroceso de 10 años en trabajo femenino

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Por Guadalupe Camacho

En México, aunado al colapso de varias empresas, las mujeres perdieron sus fuentes de trabajo también por cuidar la salud de los demás

La crisis generada por la pandemia del Covid-19 impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe. Ello generó un retroceso de más de una década en los avances antes logrados en materia de participación laboral, de acuerdo con el informe: “La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad” que presentó en febrero pasado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En 2020, explica el estudio, se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo.

En México, de acuerdo con el reporte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de julio de 2020, la población económicamente activa fue de 52.6 millones de personas, con una tasa de participación de 39.2% para las mujeres y de 72.2 por ciento en los hombres.

No obstante, los puestos de liderazgo en México y el resto de América Latina están destinados para los varones. Así, el Informe “Mujeres Directivas 2020: Poniendo en marca el Plan para la Acción “de Grant Thornton, explica que durante los últimos 10 años, la participación mundial de las mujeres en los puestos de alta dirección fue de apenas 9 por ciento.

Madres y trabajadoras mexicanas durante la pandemia: dos casos

Consuelo, de 46 años es abogada en un juzgado  y señala que en la pandemia trabaja mucho más fuera y dentro de la oficina.

 “Durante esta pandemia ha sido muy complicado combinar el trabajo y la maternidad puesto que a veces no tengo quién cuide de mi hija de 12 años. Y ella misma tiene que estar sola en casa, servirse de comer, tomar sus clases en línea y realizar otras actividades por sí misma” comenta Consuelo.

Además, señala, “tengo horarios laborales muy pesados e incluso he tenido que trabajar fines de semana y en la madrugada porque la carga de trabajo es mucha. Por eso, a veces, siento que he descuidado a mi pequeña, pero cuando tengo días libres le doy tiempo de calidad”.

Durante la pandemia en mi trabajo no hemos suspendido nuestra labores, como sí ha ocurrido en otras dependencias de gobierno. Nosotros hemos hecho casi todo presencial. Aunado a ello, mi hija no ha regresado a clases porque no hay vacuna para su edad y la tengo en una escuela privada que nos han dado la oportunidad de seguir en línea y eso ha ayudado mucho a que no enferme.

En esta pandemia me he divido en dos o tres: pues trabajo en el juzgado, luego trabajo en casa en las labores diarias y además ayudo a mi hija con sus tareas y otros proyectos que le dejan. ¡Sí ha sido muy pesado!

Antes era más sencillo porque mi hija estaba en la escuela y salíamos mucho a realizar actividades divertidas, eso ayudaba mucho. Pero ahora no, cuando estoy libre estamos en casa todo el tiempo.

Trabajo incluso jornadas ampliadas fuera del horario laboral y de los días hábiles porque la carga de trabajo es mucha: yo laboro desde las 7 am hasta las 23 horas de la noche todos los días. Incluso, me siento poco apoyada porque los jefes y otros compañeros ven “raro” a las mujeres con hijos, porque casi todos son solteros o varones que no cuidan a su familia y nos exigen como si no tuviéramos el compromiso con nuestros hijos.

Nunca hay suficiente tiempo para ser mamá ni tiempo que alcance para el trabajo

Adriana, tiene 28 años. Experta en Relaciones Públicas

Adriana, comparte su experiencia laboral en tiempo de pandemia
Adriana, comparte su experiencia laboral en tiempo de pandemia

La pandemia, para mí, ha sido muy pesada y de mucho aprendizaje en cuestión laboral y de maternidad… el poder lograr el equilibro entre ser mamá (tengo una hija de 9 años) y ser trabajadora es complicado, puesto que cuando la balanza se inclina más de un lado, en el otro habrá un conflicto o varios. Pues nunca hay suficiente tiempo para ser mamá ni tiempo que alcance para terminar con el trabajo.

Yo trabajaba antes de la pandemia solo bajo el esquema de home office pero cuando llegó este virus tuve que trabajar en modalidad híbrido y tengo que ir a la oficina algunas veces al mes puesto que me llegó una gran oportunidad laboral. Ir de vez en vez a la cocina me ayuda a despejar la mente de los problemas en casa.

Una gran ventaja es que mi hija ya regresó 3 días a la semana de forma presencial a su escuela y eso nos ayuda a las dos a tener una mejor convivencia. Con esta pandemia mi hija se ha vuelto más empática, independiente y le gusta aprender bajo cualquier modalidad (en línea o presencial). He tenido la fortuna contar con compañeros de trabajo y jefes que entienden la importancia de la familia y no exigen tanto horarios complicados, pero siempre el trabajo es mucho. Tengo una familia que me apoya con el cuidado de mi hija y lo agradezco mucho.

«Nosotros nos enfermamos de Covid, cuando no había vacuna, y sí nos ha pegado un tanto en las emociones de la familia, especialmente de mi hija. Por eso ahora, nos cuidamos mucho más y mantenemos todos los protocolos de seguridad.  La pandemia ha sido un gran momento de aprendizaje»,comenta la entrevistada.

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