Mariana Monserrat, con sus imaginaciones, sus pasatiempos, sus cuadros

Mariana Monserrat pinta porque se siente libre

Cultura Destacada

Por José G. Viurquis G

Le surgió el arte a los ocho años, gracias a los cursos de verano, y ahora plasma bellas flores y paisajes que sueña algún día exhibir en un gran mural, o estar, junto a los encumbrados del pincel universal, en un museo.

Mariana Monserrat Bravo Uribe, de 13 años, destina gran parte del día a mostrar donde le gustaría estar en ese momento, a través de óleos o acrílicos, ya sea a la sombra de una palmera, o paseando entre flores.

En esta cuarentena, tomó otro curso de acuarela online, y también ha podido pintar más seguido, aprovechando el tiempo, que recomienda no dejarlo ir, sino que todos los niños y jóvenes exploten sus talentos al máximo, ahora que tienen más horas.

La alegría de las flores, de Mariana Monserrat
La alegría de las flores, de Mariana Monserrat

Ella olvida la pandemia creando paisajes urbanos que decoloran el azul del cielo en gamas moradas, rosas y magentas, playas de palmeras que se mecen con el viento en la frescura de un atardecer, o los globos cuyo colorido ha sido absorbido por la oscuridad.

“El no pensar tanto en lo que ocurre, y buscar los caminos, los lugares, los espacios más allá de lo que tienes, a través de la pintura, es superar un presente que puede obstaculizar la creatividad”, menciona mientras motiva a los jóvenes a ser músicos, atletas, o mejoren en la actividad que más les plazca.

Sus objetivos son dos carreras, las artes plásticas y derecho, que considera poder compaginarlas a la perfección, ya que las actividades del profesionista, las puede llevar mejor mediante la descomposición del blanco en paisajes y flores, que es ahora lo que le gusta pintar.

A sus 13 años le gustaría pintar algo similar a lo de Frida Kahlo combinando sus rosa y morado, que son los que le encantan. Aunque confiesa que le impacta la obra el aborto de la expareja de Diego Rivera, porque expresó todo el sentimiento y perdió algo que, finalmente, anhelaba.

Sobre su herencia en las artes, menciona la afición de su abuelo quien pinta muy bien, y su tío abuelo que también expresa sus sentimientos y creatividad mediante pinturas, ha realizado exposiciones, “a lo mejor de ahí viene”, dice.

De cómo lleva la vida comenta que primero se levanta, baja a desayunar lo que prepara su mamá, hace su cama, se arregla y va con su abuelita, que vive al lado, “nos cuida y ahí tengo como un estudio, un cuarto, nomás es para pintar, tengo todo, para mi, veo videos, y luego salgo a jugar en las bicis, con mi hermano”.

Exhorta a los niños y jóvenes que exploten en lo creen que pueden más, que lo mejoren cada día, “a lo mejor no es la pintura, a lo mejor es otra cosa en lo que crean que son muy buenos, que lo hagan al máximo por ejemplo deportes, si les gusta nadar, o como mi hermano que toca la guitarra, y ya ahora inicia con la batería.

 

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