La cantante española Ana Torroja concentró a casi 10 mil personas en la carpa del costado del Palacio Municipal de Atizapán de Zaragoza, donde la gente coreó y por momentos se levantó a moverse al ritmo de Qué Pesado, y ya con gran parte del concierto cumplido bajo pertinaz lluvia y de cantar sus principales éxitos como Un año más e Hijo de la luna, le indicaron que tenía que terminar por el riesgo de una tormenta eléctrica.
Pero eso no demeritó el evento, que sin duda fue uno de los grandes del Festival Internacional Atzán, ya que se notó que la complicidad que creó la ibérica con el público mexicano perduró, luego de que en los años 80 se presentara en nuestro país con el Grupo Mecano.
Al interior de la carpa y en las dos calles aledañas al Palacio Municipal los fans corearon canciones como Cruz de Navajas, Amantes, 7 de septiembre, Ay que pesado y Hoy no me puedo levantar, entre otras.
Luego de enganchar al público con su voz inconfundible, Torroja agradeció la invitación del Presidente Municipal, Pedro Rodríguez Villegas y pidió a las y los asistentes dejarse llevar y “volar” juntos.
Casi a la mitad del concierto, se presentó la fuerte lluvia, pero ni así los seguidores dejaron de acompañar a la cantante. Los momentos culminantes del concierto llegaron cuando interpretó Cruz de Navajas, a ritmo más lento. Todo el público la acompañó con un coro de miles de voces. También Mujer contra mujer, La fuerza del destino e Hijo de la luna.
El romance entre el público mexicano y la Torroja creó un concierto memorable y un espectáculo digno de Festival que disfrutaron al máximo los vecinos de Atizapán de Zaragoza, e incluso de Municipios vecinos.
“Me encantó el espectáculo, la canción que más disfruté fue Aire. Llegué desde una hora y media antes. Señor Presidente Pedro Rodríguez, gracias porque siempre apoya la cultura y soy testigo de ello porque formé parte del coro de aquí de Atizapán, gracias por volver a Atizapán un municipio cultural”, dijo Jenifer, vecina de la Bonfil.
En el otro escenario del Festival, el Teatro Zaragoza lució totalmente lleno, por la obra Los Locos Addams, un musical familiar, con una asistencia de casi 2 mil personas en dos funciones, quienes disfrutaron de las peripecias de la divertida, macabra y sui géneris familia que fue un gran éxito de la televisión de los años 60 del siglo pasado.
Se trató de una especie de herencia familiar, pues los padres y madres de los jóvenes de hoy acudieron juntos a compartir esta historia que a través del canto, el baile y escenas familiares encuentran un mundo alterado en donde llega el amor a la vida de Matilda.
Desde el inicio de la obra, el público identificó la canción característica de Los Locos Addams que acompañó con sus palmas para presenciar el enredo que se da a lo largo de la obra, pues se trata de un joven de una familia “normal” que siente una gran atracción por la hija de Homero y Morticia.
El Presidente Municipal, Pedro Rodríguez Villegas, asistió al recinto para otorgar la estatuilla de la diosa de las artas Atzán y reconocimiento a Salvador Núñez y Sergio Lugo, en representación de todos los actores de la obra, y destacó que el Festival Internacional de las Artes Atzán busca fomentar la unión familiar y el gusto de las personas por el arte y la cultura.
“Que bonito es ver a todas las familias unidas después de dos años de pandemia. Los invito a que participen en todos los eventos. Quiero que todos los que vivimos aquí, nos sintamos orgullosos de ser atizapenses”, dijo Rodríguez Villegas ante un auditorio totalmente lleno.
El interés por ver la obra musical, obligó a que se adaptara una pequeña carpa a las afueras del Teatro Zaragoza, donde se transmitió por circuito cerrado la obra, que también logró atraer a público de municipios vecinos.
“Me parece una buena forma para que los niños se distraigan porque estuvieron mucho tiempo encerrados con la pandemia y ahora es una buena oportunidad para traerlos un rato. Estuvimos en la inauguración del Festival y de Susana Zavaleta. Hay una buena organización porque no se amontona la gente a la hora de entrar”, dijo Gabriel Delgado, vecino de Nicolás Romero.
