Templo de la Tercera Orden en Cuautitlán

Reviven templo en Cuautitlán, donde inició Evangelización en México

Cuautitlán Edomex Portada
Rector de catedral de Cuautitlán, Martín González, obispo de Cuautitlán, Efraín Mendoza y Norberto Hernández
Arquitecto Fernando Rodríguez; rector de catedral de Cuautitlán, Martín González; obispo de Cuautitlán, Efraín Mendoza y Norberto Hernández

Por José G. Viurquis G.

De ser solo cuatro muros de piedra diversa, ladrillos y poca cimentación, el Templo de la Tercera Orden de Cuautitlán, donde inició la evangelización de México, volverá a tener vida, para continuar con su objetivo inicial, recinto de evangelización, albergar actividades culturales y resguardar el misticismo que prevalece anunció el obispo Efraín Mendoza Cruz, el rector de la catedral, Martín González, especialistas y representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Actualmente, al lado de la catedral de Cuautitlán puede observarse la fachada de lo que fue el Templo de la Tercera Orden, del siglo XVI, con más de 300 años sin usarse, el cual es reconstruido para reponerle parte de la cimentación, el piso de lajas de ladrillo grande, las piedras que falten de los muros, las ventanas y el techo de bóveda catalana, señala el Apoyo de la Dimensión de Arte Sacro de la Diócesis de Cuautitlán, Fernando Rodríguez.

Interior del Templo de la Tercera Orden
Interior del Templo de la Tercera Orden. Cronista Jorge Rodríguez Fragoso

El rector de la Catedral, Martín González, expresó que todo proyecto que realiza la Iglesia es para seguir anunciando el Evangelio. «Habrá personas que se acerquen y hará que el número de feligreses crezca», y aclaró que no se ha perdido el número de feligreses, porque en las estadísticas en México y Latinoamérica, y en las visitas a las iglesias vemos, que son muchos los creyentes y con esta iniciativa se espera, como dice el Señor, voy atraer hacia a mi y El atraerá a más personas. «Estamos seguros que la obra es de Él y verá la manera de seguir».

Explicó que somos parte de la herencia de los primeros evangelizadores que llegaron a Cuautitlán para establecer un centro de evangelización. «Aquí comenzaron, en Cuautitlán y Tepotzotlán y la importancia «es renovar, con esta obra material, nuestra fe, renovar la evangelización con todos los trabajos que encabeza el obispo Efraín, para reencontrarnos con los inicios de nuestra creencia y fortalecer el encuentro con nuestro Señor Jesucristo». Comentó además la importancia histórica y cultural.

Fernando Rodríguez puntualizó que, de acuerdo con Fray Toribio de Benavente «Motolinía» el primer lugar que vinieron a evangelizar los españoles fue Cuautitlán, y luego Tepotzotlán, por eso aumentaron los espacios como el Templo de la Tercera Orden del siglo XVI el más antiguo en Cuautitlán, y luego fue la Catedral del siglo XVIII. Hubo un Templo antes, pero ya no hay vestigios, el de la Inmaculada Concepción.

Un brazo de la Tercera Orden, Cuautitlán
Un brazo de la Tercera Orden, Cuautitlán

Señala el arquitecto Rodríguez, que la Reina Isabel de España solicitó al encomendero de Cuautitlán la construcción de un monasterio en 1530. En 1532 se tuvo una reunión de padres franciscanos, en la que estuvo Fray Toribio de Benavente, quienes hicieron un documento para la Reina de España en el que informan de los trabajos que se hacían en la Evangelización. Y ya tenían un templo sencillo, donde los frailes se reunieron.

Sobre las dimensiones del Templo de la Tercera Orden, antes de iniciar los trabajos de reconstrucción, hicieron el análisis de lo que en ese tiempo representaba el Monasterio, que lamentablemente, «al hacerse la calle Sor Juana Inés de la Cruz cortaron casi todo el atrio que llegaba hasta el semáforo antes de la calle 16 de Septiembre y allá quedó la Cruz Atrial, fuera de la Iglesia. Encontraron allá un panteón de la época prehispánica. Se encontraron muchas osamentas de lo que era un panteón del siglo XVI.

El templo de la Tercera Orden fue dentro de esa etapa constructiva, del siglo XVI, porque la Catedral es posterior a ese templo, y aún posterior del Templo de la Inmaculada Concepción.

Vestigios de cerámica, raspador de obsidiana y desgranador de madera, extraídos del subsuelo de la Tercera Orden
Vestigios de cerámica, raspador de obsidiana y desgranador de madera, extraídos del subsuelo de la Tercera Orden

El representante legal de la empresa Phase Cero, que realiza la obra, arquitecto Antonio Rogel, resaltó que están ante la oportunidad de regresar el templo de la Tercera Orden a la vida, para que sea funcional. Consideró la importancia de conservar el sitio por la historia, pero lo más importante, el misticismo que genera a su alrededor. Un espacio muy diferente que se debe a todo lo que ha sucedido, como el inicio de la Evangelización.

Mencionó que pasó la primera etapa con los estudios sobre el estado que guarda la cimentación, la resistencia de suelo que es perfecta y simulación de sismo y resistieron los muros de piedra volcánica y de cantera, se checó que no estuvieran desplomados, ni separados. Todos están perfectos, se hicieron calas topográfica. En el techo «sabemos que tuvo primero una cubierta de teja con vidriería y luego una de bóvedas.

Fernando Rodríguez, José Hernández de INAH, Jorge Rodríguez y Antonio Rogel
Fernando Rodríguez, José Hernández de INAH, Jorge Rodríguez y Antonio Rogel

Sobre el costo de la obra, Fernando Rodríguez indicó que estiman 12 millones de pesos, y el tiempo de realización de los trabajos será 2 años y medio. La primera etapa ya se concluyó mediante un planteamiento coordinado con el INAH,

Para reunir fondos, Martín González, mencionó la bondad del Señor, recursos de la voluntad de las personas y eventos para recaudar fondos como conciertos, además de convenios como el del Tecnológico Nacional de México, que tiene tecnología, hacen estudios y permiten trabajos con los estudiantes.

Sobre los eventos para recaudar fondos, destacan Karla y Norbert Bullón, quienes organizan bailes populares como el del próximo 9 de mayo cuando amenizarán los Yonics y Rigo Tovar Junior, entre otros.

Sobre los hermanos Karla y Norberto Bullón, además de los Pacheco, Norberto Hernández, destacó su pasado como parte de las ocho familias de indígenas de Cuautitlán que aportaron su testimonio sobre hechos históricos como las vivencias del Santo Juan Diego.

 

 

 

Tagged