Cierre de empresas en Estado de México

Si regresamos al semáforo rojo todos tenemos que cerrar: CCE

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El sector empresarial manifiesta su preocupación de que el nivel de los contagios de COVID-19 no baje o vuelva a subir, porque no se han tomado medidas suficientes y existe el riesgo de retornar al semáforo epidemiológico rojo, señaló la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México (CCEM), Alejandra Laura González Hernández.

Agregó que las empresas, para poder abrir, tienen que tomar medidas que significan gastos, pero el problema inicia cuando sale el trabajador de su casa a la oficina o fábrica ya que corre un gran riesgo de contagio en el transporte público.  Lo mismo ocurre los fines de semana, porque hay fiestas, ponen tianguis y son fuente de contagio.

La dirigente empresarial mencionó al sector informal como fuente de contagio, ya que los puestos en la calle no cumplen con las medidas sanitarias. “Nadie les dice nada y ponen en riesgo la actividad económica, porque si regresamos a rojo todos tenemos que cerrar”.

Presidenta del CCEM, Laura González Hernández
Presidenta del CCEM, Laura González Hernández

Indicó que aunada a la inercia de la economía en crisis desde 2019, en el Estado de México hay números rojos en la industria, servicios y comercio. La pandemia provocó cierre rápido de actividades, sobre todo en pequeñas y medianas empresas no esenciales al tener que cubrir sueldos, rentas, impuestos, servicios, y la liquidez llegó a límites.

González Hernández indicó que son 767 mil unidades económicas en el Estado de México, de las que aproximadamente 15 por ciento no pudieron abrir por falta de liquidez y tienen que esperar a obtener un crédito en el banco, o algún apoyo, y lo mismo hay algunas que solo abrieron con el semáforo naranja, para vender lo último que les quedó de inventario.

El 15 por ciento por este problema incluye a las que ya no pudieron abrir y las que reabrieron, pero que están en riesgo de cerrar en próximos días, o semanas por falta de liquidez, de financiamiento. “Calculan 100 mil unidades económicas, que emplean a dos o tres personas, suman unas 300 mil personas en riesgo de quedarse sin empleo”.

Pero si no llegan los recursos, créditos en trámite, que están tardando mucho, o si la reactivación económica no les beneficia, podrían llegar a 500 mil los desempleados porque el 5 por ciento ya cerró y 10 por ciento en riesgo de cerrar, si no venden lo suficiente para lograr mantenerse de pie.

Entre los más afectados, la presidenta del CCE mexiquense citó tiendas departamentales, de calzado, perfumería, construcción, venta autos, mueblerías, servicios, bienes que no son de uso cotidiano, como la parte turística y por supuesto el sector servicios restaurantes, hoteles, gimnasios, boliches, cines y entretenimiento.

Reconoció que hay gobiernos que quieren apoyar, pero no tienen recursos, y benefician más a personas para autoempleo, el informal, con microcréditos de 4 mil a 25 mil pesos. Los gobiernos locales promueven el consumo local, exentan obligaciones y evitan las inspecciones al ritmo en las que las realizaban antes de la pandemia.

Los financiamientos de la banca de desarrollo, no han llegado, se solicitaron desde finales de marzo o abril y es un proceso largo. Explicó que la banca no esperaba un nivel de solicitudes tan grande, y por lo mismo, no confía en una recuperación rápida de los préstamos, evalúa el riesgo, y no les resulta fácil prestar, cuando no saben qué va a pasar.

Sumó a lo anterior la inseguridad, mucha extorsión, que revivió con la reactivación, pues estuvo frenada un poco, pero y afecta empresarios que ven como fuente de recursos.