El joven atleta competirá en Nairobi, Kenya, en el Mundial Juvenil de Marcha
Con sangre de campeón y la humildad que dejan los fuertes entrenamientos y el trato diario con todo tipo de persona en sus actividades y escuela, Carlos Emiliano Mercenario Arsof está en Nairobi, Kenya, para competir en el Mundial Juvenil de Marcha, para demostrar que la caminata sigue teniendo filones de oro en México.
En el Centro Ceremonial Otomí, a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, luego de hacer repeticiones de a kilómetro a cuatro minutos caminando, manifiesta que está ciento por ciento concentrado en su competencia del 15 de julio a las 9:35 hora de Nairobi, Kenya, donde hará frente a los mejores del mundo.
“Estamos al ciento por ciento, cuidándonos para la competencia, luego de una concentración de más de cuatro meses en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CENAR), una estancia en Bolivia de 35 días, y viviendo el entrenamiento del proceso selectivo para el mundial, pasamos el proceso y coincidimos aquí para la calificación del mundial”, expresa el muchacho de 16 años, poco antes de que partiera.
Sobre lo que piensa cuando compite nos dice que se concentra en ganar, motivado por los entrenamientos pasados, las cosas más importantes como su familia, su papá, mamá y hermana, sus entrenamientos más fuertes, “recordar que las medallas se ganan en los entrenamientos, las duras estancias, los sacrificios que se hacen”.
Carlos Emiliano cursa el cuarto semestre de bachillerato, y ahora sus entrenamientos más fuertes y su campeonato mundial coincidieron con su periodo de vacaciones en su escuela, aunque en el CENAR dan facilidades de seguir estudiando y entrenar.
Aparte del deporte, sueña con tener una carrera, administración o ciencias políticas, “que me pueda ayudar, no solo el deporte. La escuela y el deporte van de la mano. Por ahora el deporte y la escuela son la prioridad, cuidarse, hacer que valga la pena”. Manifiesta que está invirtiendo toda su vida en esto, y que muchos piensan en la competencia “y yo disfruto el camino, el aire frío”. Se levanta a las cinco horas, todos los días.
Su entrenador, Pedro Aroche, menciona que es una competencia muy difícil, pero con inteligencia y esfuerzo Carlos Emiliano Mercenario puede quedar entre los primeros tres.
“Esperamos en Dios que entre los tres primeros esté, y que más quisiera que ganara, pero a ese nivel ya no está tan fácil, porque participan los mejores del mundo, a futuro medallistas olímpicos”, manifiesta.
Sobre las condiciones físicas de Carlos Emiliano menciona que es más alto que el papá, y por lo tanto con mejor zancada, aunque ya con que fuera del nivel del papá sería magnífico, apunta.
