El Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández llenó de color y tradición el escenario principal del Festival Internacional de las Artes Atzán 2024, en Atizapán de Zaragoza.
En punto de las 20:00 horas, la oscuridad con la que se anunciaba la salida de los artistas se convirtió en una fiesta multicolor de trajes típicos y música en vivo, mezclando modernidad e historia que cautivó a los 8 mil espectadores que puntuales se dieron cita para admirar uno de los espectáculos más representativos de la mexicanidad en todo el mundo.
Inició con “Sensemayá” y siguió con “Matachines”, una danza nacida de las costumbres de los pueblos prehispánicos y que se baila en la región norte del centro de México solamente en celebraciones religiosas.
Los aplausos no tardaron en llegar y, con ellos, inició “Guerrero”, danza originaria del estado del mismo nombre que se convirtió en sinónimo de ritmo y alegría.
Y llegó la “Revolución”, pieza dedicada a las soldaderas. Hubo carrilleras, sombreros y trajes alusivos a la época. En la novena noche del Festival Internacional de las Artes Atzán 2024, la música en vivo, vestuarios y sonrisas de las y los artistas arrancaban los aplausos más cálidos de los asistentes.
El Ballet Folklórico de México fue fundado en 1952 por la bailarina y coreógrafa Amalia Hernández. Actualmente Salvador López es su director general y Viviana Basanta Hernández, hija de Amalia Hernández, la directora artística.
Por su trayectoria, el ballet se ha convertido en el conjunto más emblemático de danza folclórica en nuestro país y alrededor del mundo. Las coreografías tienen como base una gran investigación acerca de culturas autóctonas, bailes y cantos de las regiones del país.
Y llegó Veracruz con la “Fiesta en Tlacotalpan”. El blanco de los vestidos típicos de ese estado hizo brillar más el escenario. Pero la alegría llegó a uno de sus máximos momentos con la presencia de mojigangas que salieron a bailar entre la multitud mientras el ballet deleitaba con música que asimilaba un carnaval.
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Un diablo y un ángel dieron la bienvenida a “La vida es un juego”, pieza basada en juegos y juguetes mexicanos.
Mientras, en el fondo del escenario lucía la imagen de una feria con su rueda de la fortuna y carpas, al tiempo que el diablo manejaba a los personajes como si fueran marionetas.
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Y bailaron temas como “A la Víbora de la Mar”, “Doña Blanca”, “La Malagueña”, La Cucaracha”, “La Feria de San Marcos” y “El Sinaloense”.
Así, esta agrupación demostraba cómo ha revolucionado el concepto de los bailes tradicionales y transformado también la historia de la danza mexicana.
El espectáculo continuó con “La Danza del Venado” y después el mariachi y el floreo introdujeron la “Fiesta en Jalisco”.
“Les agradezco mucho venir a engalanar nuestro festival. Llevan 65 años de historia y se presentan en el Palacio de Bellas Artes”, mencionó Pedro Rodríguez Villegas, Presidente Municipal de Atizapán de Zaragoza, quien entregó a integrantes del ballet un reconocimiento y una estatuilla de la diosa de las artes Atzán.
Focos tricolores, música de mariachi, “El Son de la Negra”, el público de pie y un “Viva México” encaminaban la presentación hacia el final.
Y fueron “Nereidas” y los bailarines al ritmo de danzón con los asistentes los elementos que cerraron la gala.
Este sábado, otras actividades de la fiesta cultural atizapense fueron la presentación de “Merlina en Nevermore”, en el mismo escenario principal; “Alicia en el País de las Maravillas”, en el Deportivo Finito López, en Lomas de Guadalupe; “Grease”, en la Exhacienda El Pedregal; “Sueños de Broadway”, en el Teatro Luis Nishizawa; “A Date with Elvis”, con Leonardo de Lozane y Rebel Cats, en el Teatro Zaragoza; y la presentación del Ensamble Capriccioso del Conservatorio Nacional, en la Parroquia Corpus Christi, en Las Arboledas.