La buena vida de ErcIilia Idalia Zertuche en tirolesa, parapente y grandes amistades

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Ha sido feliz con su familia y amistades

 Por José Viurquis G

Ha recorrido la selva de Costa Rica a más de 200 metros de altura en tirolesa y se ha lanzado al vacío en parapente, toma clases de inglés e historia y tiene un sinnúmero de amistades, dispuestas a compartir algo de tiempo, y todavía dice que anda en la búsqueda de nuevas experiencias.

Ercilia Idalia Zertuche en sus festejo de los 80 años rodeada de sus amigas de toda la vida

Ercilia Idalia Zertuche cumplió más de 50 años con quien fue su inseparable esposo Raúl Zertuche  Ríos, quien también fue su amigo, cómplice, amante, pero todavía recuerda esas palabras que la impulsan a buscar más de la vida.

El matrimonio de doña Ercilia Idalia  y  don Raúl duró 50 años, en los cuales tuvieron cuatro hijos  Ercilia Idalia, Isaura Ileana, Raúl Fernando y Anna Graziella, así como cuatro hermosos nietos Mirna Fernanda, Raúl Santiago, Claudio y Esteban.

Don Raúl Zertuche falleció hace ocho años, en los cuales comenta  la señora Ercilia Idalia “he tratado de llevarlos lo mejor posible gracias a los hermosos recurso que tengo de él,  a la convivencia con mi familia así como a las buenas y bonitas amistadas que bastante me han ayudado”.

Ella al igual que don Raúl siempre fueron unos extraordinarios abuelos que disfrutaron de sus nietos a quienes don Raúl les tenía una gran paciencia y por ejemplo a Claudio le enseñó a jugar ajedrez y pasaban largas horas tratando de ganar la partida.

Doña Ercilia idalia también les ha enseñado a chiflar o  hacer tortillas de harina, que le quedan exquisitas, ya que ella es de Saltillo y allá todas las mujeres debían saber hacerlas.

Todos los nietos adoran a sus abuelos, pero Claudio fue el  de pequeño  convivió más con   Oma y Opa, quienes con gran esmero, paciencia y sobre todo mucho amor lo cuidaban y observaban cada movimiento de él, quien siempre fue un niño tranquilo y educado.

 

En cumpleaños de Ercilia Idalia Reyes de Zertuche, la abuela OMA, Claudio Zertuche recuerda algunas enseñanzas que la enrojecieron

Posted by Nuestra Zona Colonos on Saturday, August 17, 2019

Doña Ercilia Idalia  el mes pasado festejó a lo grande su cumpleaños número 80 y se dieron cita familiares y amistades, todos la agasajaron y celebraron con ella su cumple.

Ercilia idalia siempre rodeada de buenas amigas que la han acompañado en las buenas y malos momentos

Al preguntarle la fórmula para llegar a esa edad con tan buena salud señala que es no estar de ociosa, ejercitarse física y mentalmente.

Y así ella  se entrega en sus prácticas de cardio, tai chí, yoga, caminatas, baile o danza regional, un ejemplo a seguir para todos esos muchachos que se pasan horas ante el teléfono y que ella considera que se les van a dañar los dedos y la vista, en vez de fortalecerse con algún deporte.

Ercilia Idalia gusta de disfrutar su hogar rodeada de plantas
Ercilia Idalia gusta de disfrutar su hogar rodeada de plantas

“Ya estuve encerrada en casa cuando mis hijos  estuvieron chicos, adolescentes, aunque nos salíamos Raúl y yo cada ocho días de campamento, y así recorrimos toda la república durante 35 años, y llegamos a la frontera con Guatemala”, recuerda.

Luego de cumplir sus ocho décadas manifiesta sentirse bien físicamente, e intelectualmente, y aunque la vida le ha dado reveses, “te levantas, como decía mi abuela, si la vida de una patada te tumba, de otra te levanta, no te quedes en tus problemas. Por eso siempre digo para mi: si la abuela me viera”.

Expresa que estar delgada, en buena salud, siempre arreglada, presentable, la hace sentir bien. Y al decirle que está guapa, responde “no tengo por qué andar de fodonga”.

Y así menciona que a diario tiene más de cinco horas de actividad física, porque de las clases de yoga, se pasa al baile, o al cardio, y a veces camina. Considera que por eso está bien físicamente, porque siempre se mantiene ocupada.

Lo mismo ocurre con sus clases de inglés e historia del arte, con las que mantiene en ejercicio la mente.

Se muestra feliz de los frutos de su matrimonio, con hijos y nietos  que le llaman  Oma, porque les enseña toda su experiencia de vida, desde andar en caballo, hasta subirse en un helicóptero, o recorrer los aires en las tirolesas que se encuentra en sus viajes, o el parapente, que es lo mismo que volar.

Recuerda que don Raúl, su marido aunque no participaba de sus actividades que a ella le gustaban,  él también se divertía al verla feliz.

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