El Santuario de agua y forestal está en constante protección para su conservación
En lo que va del año se han retirado al alrededor de 4 mil 400 metros cúbicos de residuos sólidos en el lago de Guadalupe, el equivalente aproximado a 630 camiones de volteo.
Esta zona, decretada como parque estatal en 2004 por parte del Estado de México comprende varias hectáreas del municipio de Cuautitlán Izcalli, donde hay asentamientos; sin embargo, conserva sus áreas verdes y boscosas que son protegidas y en constante mantenimiento por la dirección de Medio Ambiente municipal.
«Es importante proteger constantemente a este lago por varias razones. Una de ellas es porque aquí llegan 150 especies de aves, que emigran año con año de diciembre a marzo desde Canadá y Estados Unidos, en su mayoría patos que vienen, se asientan, se reproducen y regresan a sus territorios», dijo Joel Martínez, jefe del departamento de Inspección y Restauración de Medio Ambiente de Izcalli.
Hace un par de décadas el lago sufría de la plaga de lirio acuático, que impedía que existiera vida dentro del mismo. Por ello, Martínez explicó que se formó un campamento especial desde 1997, que está ubicado en la av. Cisnes, colonia Lago de Guadalupe, con personal que se encarga de dar mantenimiento constante al lago para evitar la formación de lirio acuático.
«Justamente en este mes de noviembre se está dando mantenimiento a este santuario y también se exhorta a todos los ciudadanos a conservarlo», dijo.
Martínez precisó que el Santuario guarda una gran riqueza natural, incluyendo la zona Pichardo Pagaza, un área verde de 45 a 50 hectáreas. Estamos haciendo un estudio con una instancia estatal llamada La Cuenca con el fin de que los visitantes sepan qué actividades están permitidas y cuáles no. 
El departamento de Inspección y Restauración de Medio Ambiente de Cuautitlán Izcalli cuenta con un equipo de 13 personas que cuidan el lago y se dedican principalmente a la recolección de residuos sólidos en el agua. Se han colocado en el lago una serie de mangueras con la intención de que los residuos sólidos no se expandan. Esto es debido a que el lago está alimentado de diferentes caudales que vienen de otros municipios, como Atizapán, Nicolás Romero, Jilotzingo, entre otros, mismos que vienen con residuos sólidos.
En lo que va del año se han retirado alrededor de 4 mil 400 metros cúbicos de residuos sólidos, el equivalente aproximado a 630 camiones de volteo. Por otro lado, el gobierno instaló un colector que se encarga de atrapar las descargas de aguas residuales que son dañinas para el lago.
«El llamado Colector del lago de Guadalupe está avanzado con ayuda de Conagua y del fobierno federal, cuando esté terminado al 100% nos ayudará mucho para que la contaminación del lago disminuya drásticamente. Además, las actividades alrededor del lago deben estar reguladas –como los paseos en caballo, en moto y el comercio de alimentos–, pues indirecta o directamente estas actividades también contaminan el lago, hemos captado alrededor de 130 metros cúbicos de basura sólo de estas actividades recreativas», comentó el jefe del departamento de Inspección y Restauración de Medio Ambiente.
Otra actividad que realiza el equipo para proteger este santuario es el cuidado de los árboles en toda el área de la rivera para dar una mejor imagen. También se hace reforestación con el apoyo de empresas y sociedad civil y a la fecha la dirección de Medio Ambiente ha plantado más de 20 mil árboles en dos años tanto en el lago de Guadalupe como en otras áreas protegidas como el parque los Chopos, parque de la Familia, Espejo de los Lirios y el parque Central. Algunas empresas que han participado este año son Walmart, Coca Cola, Becton & Dickinson BD, Aceros Luchister, Oxxo, Alpura, Pro Natura Asociación Civil, entre otras.
Joel Martínez señaló que en este momento se cuenta con un stock de 15 mil árboles que se han juntado debido a estas actividades a lo largo del año. El próximo año en sus jornadas de reforestación juntarán una cuota de 10 mil árboles para cubrir unas 50 hectáreas.
