La adicción al uso del celular tiene nombre y te decimos cuál es

Bienestar

Rafael, es un niño de apenas nueve años, que llora cuando intentas quitarle el celular, él como millones de pequeños es considerado un adicto a todas las novedades de juegos virtuales que puede encontrar en el teléfono móvil.

Caso contrario es el de Pedro, un hombre mayor de  65 años, quien considera que el uso del celular es  “un vicio; casi todos lo usan no para comunicarse, sino para perder el tiempo”, por lo que acepta no depender de él y cargar varias monedas para llamar de algún teléfono público en caso de emergencia.

“Hoy  se detecta con mayor frecuencia alteración física y emocional como desesperación, angustia, irritabilidad, sudoración, opresión en el pecho, aislamiento y desánimo como síntomas comunes de la abstinencia ante el uso de redes sociales, algo que llamamos nomofobia”, detalló la psicóloga Anayelly Fuerte Piñón, especialista del IMSS adscrita al Hospital General de Zona 76 en el Estado de México Oriente.

La nomofobia es la adicción extrema al teléfono celular y aparatos electrónicos, que hoy por hoy son una ‘ventana’ a las redes sociales, y se expresa en el pánico que genera la posibilidad de extraviar el aparato o que sufra algún desperfecto que dificulte su uso.

“Este término es una abreviatura de la expresión inglesa no-mobile-phone phobia, y se considera víctima a toda aquella persona que durante el día invierte más de cuatro horas en el uso de cualquier medio”, dijo la experta.

Este tipo de situación se manifiesta en las personas que viven al tanto de cada mensaje recibido o del “me gusta” en algunas redes, dado que sienten que no forman parte del entorno si no están al tanto de las novedades de ese tipo de aplicaciones.

Anayelly Fuerte Piñón, especialista del IMSS
Anayelly Fuerte Piñón, especialista del IMSS

Indicó que por el momento no existen casos documentados en hospitales de la delegación regional Estado de México Oriente del IMSS, pero que se han presentado casos preventivos “canalizados por medicina familiar, ante el reporte de los papás que ven a sus hijos distraídos por las redes sociales o aparatos electrónicos que van generando problemas de conducta”.

Indicó que la edad apropiada para iniciar con el uso de celular o aparatos electrónicos sería después de los tres años, “pero siempre bajo el cuidado de una persona mayor y por poco tiempo, mismo que irá incrementándose gradualmente con los años, ya que con esta estrategia se prevendría que el menor caiga en manos de esta enfermedad cibernética”.

Advirtió que a pesar de que hay un límite de edad para que se puedan registrar los menores en redes sociales, es lamentable que “a veces apoyados por los mismos papás, pequeños que no llegan aún a los 13 años ya cuentan con un perfil y eso podría marcar el inicio de esta enfermedad”.

Por último, la maestra en piscología habló de las recomendaciones que se hacen a los papás, “quienes antes de aplicar un correctivo, deben preguntarse ¿qué clase de papá soy? Es urgente y necesario para los padres convivir y compartir tiempo de calidad con la familia, para que los hijos vivan en un mundo real y se supere la balanza de lo que ‘viven’ en su mundo virtual”.

 

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