Ante la intensa temporada de lluvias que prevén en Atizapán de Zaragoza, por dos fenómenos metereológicos, el gobierno municipal pidió a los ciudadanos no tirar basura en las calles y mantener las vialidades limpias para que, cuando sea necesario, el agua de lluvia o granizo se desalojen correctamente y no provoquen encharcamientos o inundaciones por el taponamiento de la red de drenaje.
De acuerdo con Javier Torres Correa, Jefe de Departamento de Atlas y Gestión Integral de Riesgos, el fenómeno de “El Niño” causó el calentamiento de las aguas de una parte del Pacífico, lo que agregó calor a la atmósfera e influyó en el aumento de las temperaturas del planeta.
Sin embargo, el fenómeno de “La Niña”, que este año tendrá su fase más intensa de julio a septiembre, es característico por un clima más frío, principalmente, lo que provocaría un enfriamiento de las mismas partes del Pacífico y una temporada de huracanes más fuerte.
“Anteriormente, (las lluvias) iniciaban en mayo, sin embargo, creo que estaremos viendo esto reflejado a partir de junio o principios de julio; directamente, los huracanes no inciden en el territorio municipal, o sea, no pasan encima de nosotros, pero sí somos vulnerables al tema de las inundaciones por precipitaciones, ya sea por tormentas de granizo o por fuertes precipitaciones pluviales”, detalló Torres Correa.
“El Municipio está tomando previsiones a través del monitoreo del sistema de agua, del monitoreo de la CONAGUA (Comisión Nacional del Agua), los radares meteorológicos de CONAGUA, el Centro Nacional de Prevención de Desastres, y también los datos del Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe (CATHALAC)”.
Además, dijo, cuando se da una alerta de lluvias, se reporta al área operativa del cuerpo de Bomberos para que se envíen unidades a las zonas susceptibles de inundación antes de que empiecen los fenómenos y provoquen afectaciones.
Los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Atizapán de Zaragoza (SAPASA) apoyan con la limpieza de barrancas, cauces y ríos para que tengan capacidad de desalojo, lo que se suma a los trabajos de desazolve de la infraestructura hidráulica en el territorio municipal.
“Lo que nos preocupa no es la cantidad de agua que pueda llover, sino la intensidad, la velocidad con la que esa agua se va a verter y eso es lo que nos va a permitir tener o no la capacidad de nuestro drenaje para ser desalojado y es lo que puede provocar la inundación”, añadió Torres Correa.
“También es importante mencionar que si la gente no nos ayuda a no tirar la basura en la calle, por ejemplo una colilla de cigarro, una botella, todo se va juntando; esto bloquea los sistemas de la red de agua y de nada sirve todo el trabajo que se ha venido haciendo. Si 100 personas que fuman tiran sus colillas en la calle y no se degradan, esas 100 colillas nos van a bloquear una boca de tormenta o un drenaje”,
Los trabajos de monitoreo se realizan desde la Central Meteorológica de Atizapán de Zaragoza, un espacio ubicado en la Estación Central de Bomberos que fue hecho por personal de la dependencia con recursos propios y está adecuado para monitorear los riesgos por fenómenos climatológicos que puedan poner en riesgo a la ciudadanía.
Para fortalecer la calidad de las labores, ese espacio atizapense está enlazado con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), con la Estación Meteorológica de Querétaro y con las demás estaciones meteorológicas que tiene el organismo del agua SAPASA, entre otros organismos.