La soledad en compañía de las redes sociales

Bienestar

Tal parece que entre más amigos acumulemos en Facebook o Twitter, más solos nos sentimos

Por Teresa Espinos/periodiconuestrazona@gmail.com

Son poco más de 99 millones los resultados que arroja Google cuando realizas la búsqueda de la palabra “soledad”, y si revisas a profundidad, la mayoría son foros en donde los seres humanos clamamos desesperadamente por amistad, autoestima, aprobación e integración a un grupo social.

Facebook y sus 60 millones de usuarios en México

¿En qué estás pensando? Es el saludo de Facebook cuando ingresamos a la aplicación en busca de amigos; es la interrogante con la que inicia la sesión de “terapia” psicológica, psiquiátrica o tal vez una charla, cara a cara, con los que están cerca para preguntar si todo en la vida funciona correctamente.

Sabes a dónde voy, ¿verdad? Exactamente, es el momento cuando surge la necesidad de expresar emociones, las cuales desbordamos en  esta red para compartirlas con los amigos y así suministrarles toda la información sobre nuestra vida actual.

En 2006, Facebook tenía 61 millones de usuarios en México. Un estudio reciente llamado “Valores de consumo y redes sociales: una propuesta de investigación en Facebook” de Maria Henar Alonso Mosquera y Ángel Bartolomé Muñoz de Luna ha demostrado que la red social reduce los sentimientos de soledad y puede elevar la autoestima virtual, pero también disminuye el bienestar y por ende el estado de felicidad.

Por ejemplo, los usuarios con una baja autoestima tienden a publicar más información sobre su pareja romántica, logros y actividades sobresalientes, mientras que los neuróticos requieren aprobación acerca de sus publicaciones para lograr estar dentro del grupo de “amigos”.

Un estimado muestra que 90% de los adolescentes están presentes en las redes sociales como Facebook y utilizan gran parte de la noche buscando la información que los actualice en los estados de los demás, este hábito puede generar perturbaciones en el sueño y en el descanso que deberían tener los jóvenes y por supuesto provoca ansiedad y depresión al no cumplir el ciclo completo de descanso.

La percepción que tenemos de nuestro bienestar y del entorno pueden ser cambiadas por FB, ya que pasamos mucho tiempo calificando las vivencias ajenas de más a menos atractivas, y de esta forma comparamos la vida social en las redes sociales.

Twitter el especialista

Es el “microblogging” por excelencia. Tiene un perfil de usuarios más especializado, relacionado a la intelectualidad, mismo que mide el nivel de información y discernimiento que tenemos de los temas expuestos ahí, y  que por ende, tiende a mejorar la autoestima.

Twitter revela conductas de extroversión, desaprobación, amabilidad, responsabilidad, inestabilidad y apertura de mente. La red social tiene la exclusividad de soportar usuarios que han desarrollado la competencia de la opinión y argumentación, no todos pueden hacerlo y además salir victoriosos en el intento, este es el reto del twittero para ganar “followers”, desenmascarando sus tendencias e intereses políticos y sociales, así como el afán de mantenerse “informados” del actual “trending topic”.

“Yo quiero tener un millón de amigos…”

La media de amigos de un ser humano común se llama número de Dunbar, en honor a su descubridor, el antropólogo Robin Dunbar.

El número representa las personas con las que una persona puede mantener una relación estable.  Dunbar estudió que en los rangos superados a ese número, la cohesión social comienza a deteriorarse. Por lo que podríamos decir que Twitter, Instagram y derivados nos ofrecen la opción de coleccionar más amigos de los que podemos atender.

Nuestro neocórtex —la parte del cerebro utilizada para los pensamientos conscientes y el lenguaje—, nos limita a mantener círculos sociales de no más de 150, independientemente de las habilidades y sociabilidad del individuo. Es imposible mantener una relación de calidad y confianza por encima de este cálculo. Por lo tanto, el número de lurkers crece. Bautizados así en la jerga de internet, viene a significar justamente eso: el que se mantiene oculto pero al acecho. Fisgones impasibles, echan un vistazo desde detrás del cristal pero sin involucrarse, pasando con la misma a otro asunto que haga más ruido pero con idéntica inacción.

Terapia de redes

¿Gritar un vacío amplifica nuestros problemas en vez de ayudarnos? El Centro de Salud Mental y Género de México lanzó una campaña de advertencia a los ciudadanos, en la cual mostró que compartir sus aflicciones en redes sociales no es una alternativa barata ni sustituye una terapia psicológica adecuada.

Sin embargo, el «vacío» escucha y puede ayudar. Hay investigadores que estudian cómo las actualizaciones de estados o publicaciones en Twitter pueden ser rastreadas en busca de señales de alarma en caso, por ejemplo, de riesgo de suicidio.
Actualmente las redes sociales se reducen al narcicismo. La personalidad virtual, según el psicólogo Ervin Goffman, es la que usamos como reflejo del verdadero ser, tanto para idealizarnos como para agradar a otros.

Muchos afirman que postear genera cierto grado de ansiedad, sin importar el contenido de lo publicado. Por ejemplo, si el post es controversial causa mucha ansiedad estar en discusiones sin sentido; en el tema de las parejas sentimentales, que son indicadores de nuestras habilidades sociales de establecer relaciones, si no subes cierta cantidad de fotos significa que no estamos funcionando como pareja o, de forma contraria, si mostramos demasiado tenemos inseguridad de nuestra felicidad.

Estar sin celular nos causa ansiedad porque estamos fuera de la vivencia virtual y no sabemos sobre la información del mundo, nos sentimos, hasta cierto punto, desprotegidos.

Las encuestas son reveladoras: 38.5% afirma que usar las nuevas tecnologías ha disminuido la comunicación con su pareja y 56.2% asevera lo mismo respecto a la existente entre padres e hijos.

Es pregunta: ¿El uso de las redes sociales nos conecta o nos aísla, ¿o tenemos compañía en la soledad?

Cifras en México:

  • La principal actividad que realizan los usuarios de internet es el acceso a redes sociales.
  • El tiempo promedio que pasamos navegando es de 7 horas con 14 minutos al día (1 horas3 min más que en 2015y se estima que año con año siga creciendo.
  • El hogar es el lugar de conexión por excelencia, seguido por la conectividad en cualquier lugar a través de dispositivos móviles que aumentó 52%.
  • Cerca de 84% de los usuarios utiliza una conexión Wifi.

Fuente: Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) y  el economista.com.mx

 

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